Ciudadano del mundo, aunque nacido en Brasil, Sebastiao Salgado ha consagrado casi toda su vida a retratar la otra cara del planeta, el día a día de los desfavorecidos en un empeño por descubrir el significado más profundo del acontecer de esos pueblos milenarios casi olvidados en nuestro supuesto “primer mundo”. Y digo casi porque hasta que, allá por los 70, un viaje le llevó a descubrir la grandeza del continente africano, había dedicado su tiempo a actividades tan terrenales como la empresa, el dinero, la economía o la estadística.
Veintiséis años tenía cuando cambió los números por una Leica y comenzó su larguísima expedición por la tierra y la vida dispuesto a plasmar en imágenes -a veces abrumadoras, otras desgarradoras y en más de una ocasión criticadas por su crudeza- toda una realidad, pero y sobre todo, la enorme dignidad que acompaña a cada ser humano sin dejar de denunciar la injusticia, el menoscabo y la constante violación de esa dignidad a causa de guerras, persecuciones políticas, pobreza, desarraigo… Conocido y respetado en todo el mundo como uno de los reporteros gráficos más comprometidos, él mismo define su obra como “fotografía militante”, convirtiendo la imagen en un potente documento de denuncia con el que agitar conciencias (hecho que le ha valido infinidad de reproches y más de una polémica).
Tras proyectos de enorme transcendencia como Trabajadores (1993) o Éxodos (2000), en 2004 comienza Genesis en busca, esta vez, de la naturaleza en estado puro, de su belleza, un testimonio del esplendor de esa parte del planeta que aún permanece intacta pese a la incesante y devastadora actividad humana. Se trata de contemplar, de emocionar, de dejarse llevar y comprender la necesidad de conservar tanta grandeza.
Especies animales y volcanes de las Galápagos, pingüinos y leones marinos, cormoranes y ballenas del Antártico y el Atlántico Sur, renos del ártico, caimanes yacaré o jaguares de Brasil, la fauna salvaje africana, las tribus aisladas en lo más profundo de la selva amazónica o la etnia neolítica de los Korowai en la Papúa occidental son algunos de los testimonios que fiel a su “blanco y negro”, Salgado redescubre en más de treinta viajes a lo largo y ancho del mundo y en condiciones a menudo peligrosas con el único fin de rendir homenaje a la tierra y a la vida de un planeta aún virgen.
Imágenes que Leila Wanick Salgado recoge y edita para Taschen en una impresionante edición limitada en gran formato que “arrastra a quien lo toma a un viaje por todo el planeta sumergiéndolo en la visión de Salgado y permitiéndole quizá comprender la lógica de la vida”.
+
Edición limitada de coleccionista de 2.500 ejemplares numerados y firmados por Sebastião Salgado.
Tapa dura, 2 vols. encuadernados en cuarto y tela, con atril, 704 páginas, € 2.500
SUMO size: 46.8 x 70 cm
Disponible también en 5 ediciones de arte, cada una limitada a 100 ejemplares.