“Falso” es, según la primera acepción recogida en el DLE, “Aquello que es contrario a la verdad por error o malicia». La segunda acepción ofrecida por el diccionario es más neutra, pues afirma que es “Aquello que aparenta ser real o no es lo que parece”. En las dos acepciones lo falso se opone a la verdad, o a lo verdadero, también a lo auténtico, a lo original, y así se emparenta con lo apócrifo, pero hay entre ellas un matiz que resulta clave”. Así comienza Fake, un ensayo sobre ¿la verdad? recientemente publicado por Espasa que aborda cómo lo falso forma parte de la cotidianeidad actual y cómo aceptamos su presencia con una naturalidad extraordinaria.
Como corresponde a la esencia de este afilado texto de Miguel Albero, he comenzado mintiendo. El libro no comienza con ese párrafo. Ni siquiera con el que le precede, sino con un epílogo que no es, escrito por Manuel Vilas, y que ya nos advierte de la impostura del mismo: Falso epílogo, con ponerlo al principio ya te miento. Pero no nos engañemos, por mucho que indague sobre lo falso, el autor no cuenta embustes, no inventa, no crea nada inexistente. Se limita, como una vieja del visillo, a desembozar enmascarados, a descubrir todo tipo de patrañas y patrañadores. Todo ello desde la verdad y el sentido del humor.
Miguel Albero —y esto también es cierto— nació en Madrid hace 53 años. Es Licenciado en Derecho, diplomático (desde 2018 ocupa el cargo de Director de Relaciones Culturales y Científicas de la AECID), traductor y escritor. Como tal ha tocado todos los palos literarios y obtenido importantes premios como el Gil de Biedma de Poesía, el Vargas Llosa de Novela y el Málaga de Ensayo. A este último género se adhiere Fake. La invasión de lo falso, en cuyas páginas nos propone un recorrido por todas las falsificaciones históricas, artísticas, monetarias, comerciales…; analizando además el poder de la impostura, el placer de mentir, el deseo de engañar o el prototipo de impostor: el falsificador de sí mismo.
Ahora, en este tiempo de pandemia e incertidumbre, de falsedades oficiales, datos incorrectos, desasosiego social y ansias desmedidas de poder, el bulo se ha convertido en LA NOTICIA. Lo que hay que perseguir a toda costa (da igual si es con otro bulo), lo que es necesario erradicar porque la impostura se extiende a un ritmo colosal, como la pandemia de la pandemia. Sin embargo, como apunta Vilas en el falso epílogo “lo falso es tan antiguo como el hombre y en algunos casos se encuentra ya en la propia naturaleza”. Así es. Lo falso existe desde siempre. Es mañoso y taimado. Acecha, acurrucado en el barro, el momento oportuno para asestar el golpe de gracia a la ingenuidad, succionarle la yugular hasta el último aliento.
Ahora, en tiempos de coronavirus, el fake se expande igual que la epidemia y esta reflexión sobre lo falso, salpicada de ironía y humor, es otra de esas lecturas que nos amenizarán el secuestro y, tal vez, a descifrar a tiempo la intencionalidad del engaño premeditado.
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Fake. La invasión de lo falso. Miguel Albero. Fecha de publicación: 03 marzo 2020. ISBN: 978-84-670-5888-8.