Dice Donna Leon que para escribir novela negra no es necesaria la violencia. Ni siquiera verbal. No sólo lo afirma, lo pone en práctica. Si hay algo ausente en la prosa de la escritora norteamericana son las escenas gore. Ni falta que le hacen. La riqueza lingüística, la proporción exacta entre intriga, precisión matemática y las aguas turbulentas en las que se desenvuelven los crímenes, le bastan para crear tramas excelentes. Y además, sin moralinas de autor.
Tampoco existe la vulgaridad en sus textos. Da igual lo espeso y maloliente que sea el fango por donde chapotean sus misterios, lo innoble de ciertos instintos, la vileza intrínseca que rodea a toda buena novela negra. Leon salva todas las (innecesarias) obscenidades sangrientas a base de apellidos de abolengo, palacios venecianos, gustos exquisitos y enigmas potentes.
Por supuesto hay malos, asesinos, intrigantes. Y muertos. Pero también música barroca, clásicos literarios, convicciones propias, incluso causas perdidas. Ahí radica la magia de una escritora viajada, culta, serena, odiadora del turismo de masas que convierte las ciudades más bellas en cloacas apestosas. Por ello cambió Venecia por Suiza —donde vive desde apenas dos años—. En sus 28 novelas, incluida En el nombre del hijo (Seix Barral, 2019), subyacen cuestiones controvertidas: ecologismo, bioética, los desbarajustes turísticos, el tráfico de armas y de personas… Obsesiones que difunde a través del comisario Brunetti. Un ser entrañable, sin cicatrices existenciales, sin pasado turbulento ni vicios inconfesables, protagonista de su saga.
Con Venecia de fondo y una inquietante herencia en el ambiente, inicia Donna Leon En el nombre del hijo. Guido Brunetti se enfrenta esta vez a un conflicto familiar, complejo, donde los sentimientos se plasman a través de intensos diálogos y profundas reflexiones de fondo.
El comisario comisario, el comisario lector y el comisario pensador acude(n) a la llamada de un suegro atribulado por un fuerte presentimiento, nada optimista, relacionado con Gonzalo Rodríguez de Tejeda (el mejor amigo del conde), su vida permisiva, su supuesto heredero (y joven amante) y el rechazo conservador de su familia. “Lo que llevará al comisario a investigar en lo más profundo del corazón humano”.
En esta última entrega de la saga, aparte de los crímenes y misterios habituales en Leon, el amor juega un papel destacado. Igual que los prejuicios y facilidad humana para juzgar a los demás.
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En el nombre del hijo. Donna Leon. Fecha de publicación: 12 de marzo 2019. ISBN: 978-84-322-3481-1. Traducción: Maia Figueroa Evans. Seix Barral.