Yo te lo digo: a la familia, a los amigos, luces, escaparates, ‘Sólo en casa’, bolsas y mucho, mucho, mucho brillo. Sí, porque si la gran sensación de estos días ha sido el Blackfriday, te puedo asegurar que el 90% de las compras incluía algún trapito que se vestirá durante los días de fiestas. Esos en los que uno tira la casa por la ventana para lucir sus mejores galas delante de la abuela, los primos y los tios y, por supuesto, comenzar el nuevo año de correctas maneras. ¡Allá vamos!
Desde hace unas semanas los gigantes del low-cost han sacado toda la artillería pesada con el fin de ofrecernos una multitud de prendas pero, sin embargo, con un estilo bastante reducido. Y es que este año no hay quien le quite el trono a la pareja de ases: el terciopelo y el brillo. ¿Os acordáis de ese intento de tul a principios de temporada? Nada, cosas del pasado… Ahora los bodies, vestidos y camisas de escote cruzado se entremezclan con blazers de uno de los tejidos relacionados con el lujo pero que, en los últimos tiempos, ha pasado a formar parte del armario diario de medio mundo.
De acompañamiento para las prendas con fibras metalizadas o lentejuelas están los cortes palazzo en pantalones y también en monos y la versión más mini de las faldas que marcan silueta. En cuanto a colores por supuesto no hay discusión alguna: dorados, plateados y el eterno negro. ¿Suena aburrido? Me temo que no… los volantes y el cut-out son los encargados de dar los volúmenes, un elemento clave en los looks de este otoño. En cuanto al calzado el rey sigue siendo el stiletto aunque si alguien no se apiada de la humanidad podemos contar con la posibilidad de encontrarnos sandalias de plataforma forradas de terciopelo con calcetines.
Comienza la cuenta atrás… ¿todos listos para el desfile navideño?