Cuando alcanza el nivel de fama, prestigio y los años suficientes en una profesión, como es la moda, en los que ha dado tiempo a degustar cada una de las polémicas y las victorias uno puede permitirse hacer lo que sea. Los objetivos cambian, los horizontes se amplían, la vanalidad acaba desinflándose cual globo y, de esta forma, nos quedamos con la excentricidad y el super ego que persigue cual animal de compañía a los grandes genios.
Este es el caso de Vivienne Westwood. La diseñadora británica y pelirroja de 74 años y creadora del estilo punk ha decidido que ya ha llegado la hora de relajar su ansia de negocio y cambiar la cantidad por la calidad. Un paso más allá en el mundo del lujo que la convierte de nuevo en el punto de mira y es que Westwood ha decidido darle la espalda al capitalismo (esto de la amenaza del cambio climático la está matando por dentro de preocupación) y ponerse en marcha para salvar el ártico. ¿Cómo? Muy sencillo: camisetas.
Tras una masterclass en meteorología y temperaturas globales Vivienne asegura que quiere concienciar a la población de que hay que llevar a cabo una reforma en la política del negocio, de la ecología del cambio climático y apoyan los esfuerzos de Cool Earth para preservar las selvas. Como buena conocedora de la sociedad la británica se ha hecho valer de su respeto y admiración entre los famosos para convertir a 60 de ellos en el foco de un mensaje bien claro. La herramienta ha sido lanzar una colección de camisetas que proclaman ‘un mundo en forma de corazón’ y que ha contado con el apoyo de personalidalidades como Clooney, Kate Moss, Naomi Campbell, Sienna Miller, Hugh Grant, Nieves Álvarez, Ariadne Artiles o Elena Anaya.