Los viajes, el hogar, la comida casera, las sobremesas eternas con turrones y, por supuesto, el jersey. Imprescindibles de Navidad que, además de en casa, han hecho de la mítica prenda de invierno todo un clásico en los escaparates de las principales cadenas low-cost. Y es que si en las películas temáticas nunca falla, ¿quién es capaz de presentarse en casa sin una prenda de lana con Santa Claus bordado, un reno con una luz en la punta de la nariz, o bastoncillos de caramelo?
Mientras más artesanal, más kitsch, más auténtico y placentero resulta el jersey en cuestión que, por supuesto, pasada las vacaciones desaparecerá en el fondo del armario y ante cualquier alusión negaremos haber tenido noción sobre su existencia. Una situación que, por lo que parece ser, ciertas personas como Erin O’Connor, Poppy Delevingne o Jon Kortajarena se han planteado cambiar por completo. ¿El motivo? Echar una mano a Save the Children.
Para el día mundial del jersey navideño, ese día establecido por la organización no gubernamental como el pistoletazo de salida para disfrutar de las obras de arte de madres y abuelas, Save the Children cuenta este año con la colaboración de la marca Selfish Mother para crear unos modelos contemporáneos y minimalistas con los que recordar que echar una mano a los pequeños nunca está de más.
Cada uno de los rostros conocidos que han formado parte de este proyecto han creado jerséis inspirados en la navidad, con eslóganes que recuerdan a este momento del año, y que se podrán lucir durante todo el año, sin terror alguno de que el orgullo y la dignidad se vean perjudicados. Con lo recaudado por la venta de estos jerséis, que están disponibles en la web de Selfish Mother, se ayudará a los niños refugiados a través de la compra de comida o ropa.
Sí, es probable que no tenga el encanto de la yaya, pero os aseguro que si le contáis el propósito, es probable que hasta ella deje por un año los renos y se sume al cascanueces de David Gandy…