El pasado viernes fue crucial para posicionar las prioridades que tenía dentro del momento boda. Supongo que tendrá algo que ver el soñar que has decidido casarte de manera informal, contando con 3 horas hasta la ceremonia lo cual, aunque sea informal, supone una búsqueda desesperada de peluquería y vestido. Dicen que una boda es especial por muchos factores pero realmente no llegas a imaginarte la importancia del vestido hasta que acabas soñando un 1 de noviembre que el posible elegido para tu boda improvisada va a ser de Zara.
Y así es como una, aunque vea el matrimonio a años luz, acaba anulando las posibilidades de preocupación referentes a ramo-mesas-invitados-catering para centrar la atención en metros y metros de tul, seda y chifón. Llegados a este punto es hora de ponerse manos a la obra e investigar sobre los últimos especiales de las cabeceras internacionales. ¿La sorpresa? Lo que puso de moda la Reina Victoria en 1840 ha acabado cediendo ante la arrogancia y el atrevimiento de la moda para, ahora, teñir lo inmaculado del vestido de novia en un arcoíris de tonos pasteles entre los que predomina el rosa.
Cortos, de diseño imperial, años 20, con aplicaciones… y encargados por internet. El mundo de las novias vive una revolución en la que el perfil ‘princesa’ se abandona ante la presencia del carácter femenino del siglo XXI. Diseñadores como Roberto Diz o Nacho Aguayo hacen un trabajo diario para dar a las novias una prenda que lleve su propio nombre, con un mimo excelente y una profesionalidad impecable, pero también es cierto que comienzan a aparecer otras vías con las que contar, siempre y cuando tengamos un estilo muy definido y queramos darle un giro a la visión generalizada del momento.
Webs como BHLDN, perteneciente al grupo Urban Outfitters, cuentan con opciones para diferentes gustos y posibilidades. La firma, que no dispone de tienda física en España, viste a novias de medio mundo, que dejan sus experiencias escritas en la web como comentarios-guía, con las ideas muy claras acerca de lo que es un resultado original, inspirador y, sobre todo, divertido.
Porque si algo he sacado en claro de todo esto es que, además de agobios, prisas y nervios, el día ‘B’ es un día especial por la compañía, los vestidos y, sobre todo, la diversión. Una novia divertida y radiante…
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