No hace mucho hablaba con una compañera del tema. Pones el nombre de una canción en Youtube, encuentras el videoclip original, le das al play y, en mitad de la ‘peli’ te encuentras con un coche de lujo de los que solamente hay X unidades en el planeta tierra. ¿La marca ha gestionado la cesión de ese vehículo para rodar el videoclip. ‘Probablemente sea del cantante’. Ok. Y aunque sea del cantante, ¿tendría que solicitar permisos a la empresa por mostrar su identidad en un videoclip que ven millones y millones de personas en el mundo?
Parece ser que estos temas de los que una habla también afectan al mundo de la moda e interesan a otras personas que han decidido recoger las respuestas para que los humanos podamos dormir mejor y más tranquilos.
En primer lugar habría que identificar el tipo de anuncio: aquellos en los que no aparece la marca reflejada como tal, con su correspondiente logotipo o ‘sello’ personal. En estos casos se podría estar superando la franja legal si se encuentra cierta confusión. La dilución de la marca también podría darse en el caso de que se asocie a productos que no pertenecen al mismo sector, de tal forma que pueda existir una devaluación y debilitamiento de la notoriedad de ésta.
En el caso, por ejemplo, de los músicos la ley es más estricta: si no hay autorización hay demanda. Es el caso de Louis Vuitton hace unos años, al que el juez atribuyó la recompensa de 117.000 doláres por parte de Sony y 1.470 doláres por día hasta que el vídeo de la discordia dejase de circular. ¿El motivo? Britney Spears con un bolso de Louis Vuitton que, para colmo, era una falsificación. Sony también estuvo involucrada en la negociación con la casa ya que un artista iba a aparecer en un videoclip haciendo botar una pelota que llevaba las iniciales de Louis Vuitton.
Así que sí… parece ser que la justicia también está al día con aquello que vemos como ‘relleno’ en los anuncios. Pero tranquilos, que el que respira marca también la paga.