Mode et manière

¿De qué viste el frío? II

Para los aburridos ya quedará el famoso cuadro inglés y la raya diplomática. Pero eso ya es cosa de cobardes…

Lo sé, soy una fastidia-finales-de-verano pero, tal como decía la semana pasada, el otoño y el invierno, en moda las estaciones vienen de dos en dos, se acercan y es imposible no prestar atención a aquello que va a inundar nuestros armarios próximamente. Y, seamos sinceros: ¿quién piensa ya en bikinis cuando tenemos por delante 7 meses, más o menos, de gorros, abrigos, bufandas, botas, guantes, paraguas, etc., etc., etc.?

Es más, ¿quién ha dicho que el verano se acaba? Los gurús del papel han sacado ya los ‘fashion books’ a los kioscos y el resultado es común en todos: si echas de menos los meses estivales, ‘póntelos’ a 0 grados. Sí, parece absurdo pero, como repito siempre, el círculo íntimo de este arte no entiende de lógicas y reglas. Parece que la tendencia de lo atemporal que se impone de manera gradual en la industria sigue floreciendo y, al mismo tiempo, abarcando otros espacios. Esto es: la seda se traslada a las colecciones autumn-winter… en forma de camisón o batín. Estas prendas, propias de la lencería, abandonan los lindes de su imperio para visitar nuevos reinos, como el de la oficina. O al menos las de Louis Vuitton, Rochas, Marc Jacobs o Nina Richi.

¿Sigues echando de menos el verano y pasas del encaje y las puntillas bordadas? Todo controlado: el pastel. Se rescata este boom que tuvo lugar durante el pasado verano y se tiñen de nude, verdes, azules, rosas chicle e incluso blancos los blazers, chaquetones working, jerséis y faldas aterciopeladas. Puede que no favorezcan mucho ante el color que suele adoptar la cara en pleno invierno pero eso sí, lucharás con optimismo ante los días grises de lluvia y frío.

Y si eres de los que quiere una vida de ‘color de rosas’ nada mejor que cultivarlas a bajas temperaturas. Rochas, Oscar de la Renta o Givenchy son algunos de los diseñadores que se disponen a hacer que los próximos meses sean menos duros a través de peonías, rosas salvajes y hortensias.

Opciones que no podrán evitar alejarnos de la playa y los baños en el mar pero que, sin duda alguna, obligarán al frío a mostrar su mejor cara. Que para los aburridos ya quedará el famoso cuadro inglés y la raya diplomática. Pero, como digo, eso ya es cosa de cobardes…