Estaba claro que, con los Oscars acechando, la semana iba a estar bastante movidita. La alfombra roja y las situaciones rocambolescas se convierten en una única realidad inseparable:modelitos que pretenden complementarse con un toque de informalidad pero que, en ciertas ocasiones, no siempre son acertados en el caso de elegir los guantes para fregar como detalle estrella. Aquellos otros que no llegan ni a serlo y que se quedan en un mero intento de Mística, de X-Men, pero a lo fino. Y, por supuesto, aquellos que destacan no precisamente por la ausencia de discreción, sino más bien por la presencia de brillos y lentejuelas que podría convertirse en un record guiness que une concentración máxima con espacio reducido.
A esto, que por supuesto ya ha tenido sus correspondientes críticas y análisis minuciosos, hay que sumarle algunas noticias que siguen apareciendo en el sector de las celebrities y la moda. Una de las más seguidas fue la que dio Karlie Kloss que, por falta de huecos en su agenda, ha decidido renunciar a sus alas en cuanto termine su contrato. Es probable que los casi 3 millones de euros con los que se hizo a través de sus pasadas colaboraciones con Nike, Gaultier o Chanel hayan sido suficientes para que la cuenta bancaria del ángel de Victoria Secret haya cogido carrerilla y no necesite dedicarle ni un minuto más a la firma de lencería.
La supermodelo estadounidense, que ha desfilado para las casas más importantes del mundo y ha sido portada de importantes cabeceras internacionales, pasó a formar parte de los ángeles más famosos de la industria en 2011, con los 18 años recién cumplidos.
Cuatro años más tarde, el reconocimiento, el poder y la fama de Kloss la convierte en una de las mujeres más buscadas y deseadas en la moda. Algo que le ha ofrecido innumerables compromisos que pueden llegar a verse afectados si la top continúa prestando su rostro a Victoria Secret.
No tendremos más remedio que tomar la explicación por válida y consolarnos con la idea de que sin Karlie, Miranda, Valeria o Heidi parece que aún todavía nos queda cielo por disfrutar…