Mira que a veces la cosa de las tendencias se complica, sobre todo cuando una no para de verlas por la calle y, por mucho que lo intenta, es incapaz de aguantar las ganas de hacerse con ellas por muy ‘misión imposible’ que sea el incluirlas en el outfit de un día cualquiera. Con respecto al tema la verdad es que este año no tenemos mucho por lo que quejarnos: continúan los culottes, de los cuales ya nos hemos hecho amigos, la esparteñas, que nunca fallan, y, por supuesto, tocaba enseñar ‘cacho’ que para eso estamos en verano. ¿Los afortunados en esta ocasión? Los hombros.
El año pasado el ‘cut out’ se hizo dueño y señor de abdomen y laterales del cuerpo; los tobillos, por supuesto, son invencibles, capaces de sobrevivir a las bajas temperaturas del invierno. Ahora es cuando llega su temporada fuerte, a pesar de que los hombros le roban todo el protagonismo gracias a un escote muy peculiar que falla en mínimas ocasiones: las camisas con hombros descubiertos o, como dicta la historia de la moda, el escote Bardot.
Lo que era catalogado como uniforme en Colombia para las mujeres campesionas la actriz Brigitte Bardot decidió utilizarlo para escandalizar a una sociedad que, hasta ese momento, no terminaba de concebir la idea de ver los hombros de ninguna fémina en público, a pesar de que ya se había dicho un ‘no’ rotundo al sostén y que el pantalón había dado un paso hacia delante con Coco Chanel.
Los vestidos y camisas sencillas de la actriz ahora cobran mayor protagonismo con tejidos y estampados múltiples, volantes, versiones cropped y mangas adheridas a escotes ‘corazón’ que versionan la opción más atrevida de esta prenda que Bardot convirtió en símbolo de sensualidad absoluta…