¿Te acuerdas de las ugly shoes? Si, esas sandalias conocidas como ‘ortopédicas’ que contaban con marca propia, Birkenstock, y que el verano pasado se impusieron como el calzado estrella del verano sin todavía encontrarle la lógica a la estética. Pues bien, parece ser que este verano hay alguien que viene pisando fuerte, a pesar de que sea más que probable que su llegada a las calles generalizadas se retrase un poco más…
El protagonista en cuestión adquiere el nombre de ‘backless loafers’ y el compañero de crimen no es, ni más ni menos, que Gucci. ¿Cómo las definimos? Pudieran ser unas alpargatas que han sufrido cierta modificación para luchar contra la otra tendencia de esta primavera, los hombros al aire, y darle protagonismo al talón. La diferencia la encontramos en que la horma en cuestión se transforma y pasa de las clásicas ‘babuchas’ árabes al mocasín de toda la vida. Aunque la próxima temporada no era en el origen su principal objetivo, parece que la versión peluda que presentó Alessandro Michele en su colección otoño-invierno 2015/16 supuso un aguante de respiración de la audiencia que, expectante, todavía no tenía claro qué podía ocurrir con este híbrido que, según su creador, se convertiría en otro de los elementos que haría evolucionar la historia de la firma.
Entonces llegaron los gigantes del low-cost y la decisión estaba tomada: los blackless loafers van a pegar fuerte, aunque la funcionalidad y la estética de dicho modelo no terminen de quedar del todo claro. Aquí una será un poco clásica, pero donde queden los mocasines y las sandalias de toda la vida, que se quite lo demás. Aunque claro, pensándolo bien… ¿qué papel cumplen los tobillos descubiertos con los cropped o los laterales de la cintura con los cut-out? Pues si hablamos de moda probablemente ninguna, aunque el éxito está asegurado.