Queridos y queridas de la era de los 90 (o a las puertas)… tenemos malas noticias: la moda de nuestros maravillosos años ya es vieja, lo que significa que podemos que somos personas dignas de lo vintage. ¿La prueba? Vuelve a llevarse lo que, por entonces, formaba parte de nuestro armario infantil-adolescente. Sí, y me temo que la única solución es resignarse y hacerse con ellos.
Llegó el año pasado y sólo una mínima parte de la población del planeta quiso hacerle caso. En concreto los y las representantes de lo moderno y, a nivel general, lo que se conoce como ‘guay’. Como complementos no faltan los piercings, tatuajes ni, por supuesto, los tonos que van desde el rosa hasta el violeta, blanco o el verde en el pelo. Pero ahora los 90 han regresado para normalizar nuestra vida y no hay forma de deshacerse de ellos.
El escuadrón Disney, con Mickey a la cabeza, se ha instalado en pantalones, sudaderas y camisetas, las bombers han ganado resistencia, los chokers existen (no, no han sido parte de ninguna pesadilla pasajera) y los pins y parches son los reyes de las chaquetas vaqueras. De hecho, tal es la euforia de los nuevos iconos encargados de la ‘personalización’ de las prendas, que han nacido nuevas empresas especializadas exclusivamente en los parches. La parte positiva es que parece no existir límites en cuanto a pautas de utilización: donde quieras y con lo que quieras. Total looks, con rayas, cuadros, abrigos de paño con cuellos de pelo (ay…), camisetas básicas o no tan básicas… ¡Todo vale!
Así que si: si la rebeldía y el grunge llegan esta temporada de mano de las itgirls, ha llegado el momento de hacerte (o rescatar) con una prenda única que te mantendrá al día en esto de las tendencias y que evitará que entres en estado de shock ante tanto 90 ‘carca’…