La lucha por cambiar las cosas y acabar con los tópicos es algo que, en el mundo de la moda, a veces se convierte en una batalla infinita. Es el caso de Alibaba Group Holding Ltd y las falsificaciones de la moda. El gigante chino ha sido en numerosas ocasiones de estar plagado de imitaciones, una afirmación que supuso su expulsión de la alianza anti-falsificaciones de EE.UU tan solo unas pocas semanas después de haber sido admitido como miembro.
En esta ocasión, en la conferencia sobre propiedad intelectual de Hangzhou, Alibaba solicitó apoyo por parte de los fabricantes de productos del sector para acabar con la ‘piratería’, algo que quizás ayudaría al gigante a mantener un control más exhausto. Un mensaje que desde el gigante lanzaron de forma directa, pidiendo una mayor cooperación en lugar de críticas u observaciones que, desde luego, no ayudan en nada a la expansión y reconocimiento de la plataforma. Un trabajo que comenzó en marzo, cooperando con la policía para lavar su imagen y que, a día de hoy, no termina de cuajar.
Una de las razones principales es el abuso de poder, o de eso se habla en la competencia: el abuso de posición y la actitud agresiva de Alibaba fueron resaltados por la Administración Estatal de Industria y Comercio de China. Y ahora bien… Después de haberse puesto manos a la obra para acabar con todas las acusaciones hacia el minorista online más poderoso del mundo, ¿hasta qué punto le conviene a Alibaba acabar con las empresas que se dedican a vender supuestas falsificaciones en su portal y que representarían un gran porcentaje de todo el volumen comercial?
Mientras llegan las respuestas y las acciones el señor Jack Ma, que dirige este pequeño-gigante, decide negar los hechos y, por si acaso, asegura de paso que la culpa de todo la tiene el crecimiento de China, las ansias de hacerse ricos y el poco control que se ha llevado sobre la propiedad intelectual. Y eso es lo que se denomina ‘cubrirse las espaldas’ mientras el oro no para de llegar…