Que el triunfo de la moda viene unido a la visibilidad que puedas darle a ésta es algo indiscutible, de ahí que los grandes triunfadores siempre hayan sido los pioneros en conseguir este fenómeno propio que con el paso de los años se ha ganado el término de ‘street-style’. Primero fueron celebrities, luego las bloggers e it girls y ahora es el turno de cualquiera que sea capaz de mover masas y masas de personas, independientemente de aquello a lo que dedique su tiempo libre. En definitiva, lo que se conoce como la teoría de Darwin… Cuestión de supervivientes.
Topshop es consciente de este enrevesado sistema de triunfo, una técnica que comenzó a poner en marcha en el 2002 cuando decidió quedarse en un segundo plano como marca y pasar a convertirse en la plataforma del estilo y el lujo. Para ello contó con la inclusión en el negocio de genios como Alexander McQueen, Stella McCartney o Mathew Williamson. Un pleno al 15 que decidieron incrementarlo con una lógica aplastante: Si ellos interesan, ¿qué pasará si contamos con las que son sus musas, fuente de inspiración? El resultado se vió cuando Kate Moss llegó unos cuantos años después y, desde entonces, el líder de la moda no ha parado de arrasar con todo lo que se ha propuesto. Tanto rostros para campañas como rostros para diseñar, como es el caso de las hermanas Jenner, las colaboraciones de la firma británica han plantado cara a polémicas sobre modelos raquíticas que han desaparecido por arte de magia para dejar paso a prendas que, en algunos casos, quisieran sacar cierto parecido con los grandes de la pasarela para hacer la vida de la persona a calle mucho más feliz.
Ahora la que se suma al lápiz, papel y patrones, que probablemente se queden en manos de especialistas que cederán su trabajo a la cantante estadounidense -quien, además, también va a cobrar por no dar dicho consentimiento- es Beyoncé, apasionada de la moda y por lo que parece ser también del deporte, ya que han creado Parkwood Topshop Athletic Ltd, una marca especial para lanzar prendas de vestir, con el fin de lanzar una línea deportiva que verá la luz en marzo del 2016. ¿El hilo conductor? Ensayos y bailes en los conciertos que, según Topshop, identifica a muchas mujeres que quieren seguir un estilo de vida fit… Tiene lógica porque, claro, las influencers yoggis o las deportistas de élite no van a healthy clubs.