Quizá sea por “deformación profesional” pero continuamente veo a mi alrededor temas que me recuerdan mi profesión, incluso en el museo del prado… y no una simple alusión sino un cuadro en el que se refleja una trepanación, que afortunadamente no se lleva a cabo en la actualidad…
La obra en concreto es del pintor holandés El Bosco, titulada “La Extracción de la piedra de la locura” una de las obras pictóricas pertenecientes a la primera etapa del pintor realizada entre el 1475 y 1480. Representa una trepanación con cuatro personajes, uno es un doctor con su toga pero en vez de un birrete, lleva un embudo en la cabeza, el paciente, una mujer con un libro cerrado, encuadernado en piel roja y con un cierre, sobre la cabeza y finalmente un clérigo, que sostiene una jarra de vino o cerveza, una obra que es una magnifica alegoría satírica. Por su parte Jan Sanders van Hemessen, un pintor de Amberes, tiene expuesto también en el Prado un óleo, que aparece descrita en el catálogo del museo como “El cirujano” aunque es otra “extracción de la piedra de la locura”, aparece documentada por primera vez en 1614. La tercera obra que refleja estas “extracciones” es de Peter Brueghel el viejo, y muestra el interior de un hospital o un manicomio, un óleo datado aproximadamente del año 1556 que se encuentra en el Musee d l’Hotel Sandelin, en Francia. La cuarta obra titulada también “La extracción de la piedra de la locura” fue pintada por Pieter Huys, hay una versión en el Museo del Perigord, en la Dordoña, Francia, en este caso la escena tiene lugar en la casa del médico-cirujano.
Lo que se representa en La extracción de la piedra de la locura es una especie de operación quirúrgica que se realizaba durante la Edad Media, y que según los testimonios escritos sobre ella consistía en la extirpación de una piedra que causaba la necedad del hombre. Se creía que los locos eran aquellos que tienen una piedra en la cabeza. Las imágenes representan una trepanación, es decir, una apertura quirúrgica del cráneo, míticamente realizada en la Edad Media y que buscaba extraer la piedra “que causaba la estupidez, la locura y la enfermedad mental”.
Dicha creencia, según diversos historiadores, se remontaba a la Edad Media y se prolongó durante el Renacimiento, estas “piedras” a las que se les atribuía la locura o estupidez, presionaban el cerebro, o taponaban los ventrículos, o generaban una disfunción neural alterando el funcionamiento normal encefálico. Se han descrito concreciones calcáreas, calcificaciones, en el cerebro, originadas por s casos de cáncer, hematomas subdurales y epilepsia. Es posible que de ahí se creara la creencia de la “piedra de la locura”, dicha creencia común en la época y a su vez explotada por charlatanes y timadores.
Por lo que hay dos interpretaciones a este tipo de obras “La piedra de la locura”. La primera es que serían una crítica a la ignorancia, por ponernos en manos de caraduras y timadores que se aprovechaban de la situación, pero que la operación en si nunca fue real. La otra opción es que si representara un procedimiento real, sabemos que las trepanaciones se han llevado a cabo, en distintas culturas y zonas, ya desde épocas prehistóricas, además esta documentado que en la época de estas obras se recomendaba, en ocasiones, esta práctica para tratar una gran variedad de enfermedades y trastornos relacionados con el cerebro, desde fracturas en el cráneo, episodios epilépticos, locura o incluso depresión.
Estas obras, ya sean una crítica social o una fiel representación de una intervención que se llevaba a cabo en la época, son obras excepcionales y que merece la pena ver, además de incitarnos a indagar sobre sus posibles significados, un buen plan para este año nuevo.