En el Instituto de Neurociencias de la Universidad de Oregón (EE.UU.) se realizaron investigaciones para saber como nuestro cerebro codifica el silencio, llegando a identificar la región cerebral que se encarga de procesar los silencios en el lenguaje hablado, y definiendo el canal de sinapsis, o conexiones neuronales, vinculado a la audición. Por lo que se demostró no solo la región implicada sino que existen canales separados para procesar la presencia y la ausencia del sonido, dichos canales convergen en la corteza auditiva, situada en el lóbulo temporal, un área que contiene las neuronas que captan las características sonoras además de neuronas relacionadas con la comprensión del lenguaje, la memoria y el aprendizaje.
Este canal, se ocuparía específicamente de detener el procesamiento del sonido por parte del cerebro en el momento adecuado y, por tanto, resultaría clave para la escucha y la comprensión de lo que escuchamos. Para llegar a estas conclusiones se han realizado estudios con ratas, investigando la actividad de las neuronas de esta región cerebral en ellas, y probando su respuesta ante diferentes longitudes de onda y frecuencias sonoras. Las ratas fueron expuestas a apariciones sonoras de milisegundos de duración, y sus respuestas neuronales a estas señales sonoras fueron medidas en el inicio y al final de cada sonido. Se comprobó que un conjunto de sinapsis (conexiones entre neuronas) respondía con fuerza al inicio de los sonidos, pero un grupo diferente de sinapsis era la que respondía a la desaparición repentina de los sonidos.
Por lo que ser capaces de detectar cuándo se interrumpe el sonido, es fundamental para procesar el lenguaje hablado, nos permite identificar los límites entre las palabras, incluso si estamos en un ambiente ruidoso durante una conversación. Estos estudios, aumentan el conocimiento no solo de cómo el cerebro procesa las señales sonoras, sino que además pueden ser clave en nuevas terapias especializadas o la mejora de los dispositivos de ayuda a la audición, siendo útiles a la hora de diseñar tratamientos destinados a personas con déficits en el lenguaje y en el aprendizaje.
De una pregunta contradictoria nacen estudios que nos permiten tener un mayor conocimiento sobre nuestro cerebro y como actúa, así que disfruta escuchando el silencio…