Cuando pensamos en viajar y conocer otros lugares diferentes al lugar en el que vivimos, a menudo estamos tan influenciados por lo que vemos, escuchamos o leemos, que somos incapaces de apreciar lo que tenemos delante; no prestamos atención a esos lugares por los que hemos pasado tantas veces y que encierran, cada uno de ellos, un capítulo de nuestra historia. Después visitamos el extranjero y volvemos maravillados de lo que hemos visto, para retornar a nuestra ciudad y seguir pasando por delante de historias reales, leyendas y voces de nuestros antepasados que se desgañitan intentando contarnos que una vez también pasaron por allí dejándonos un legado que estamos enterrando con nuestra indiferencia. Ya tendría mérito, mal que me pese, que algún madrileño – yo mismo incluido – fuera capaz de desentrañar gran parte de estas historias, curiosidades y Secretos de Madrid, como lo ha hecho Manuel García del Moral. Ya tendría mérito si así fuera, pero más mérito tiene aún que quien lo ha hecho no haya nacido en esta ciudad, aunque, como dice Joaquín Sabina y así se plasma en la primera página de Secretos de Madrid, lo bueno es llegar con la boina y la maleta de cartón y a los cinco minutos ser de Madrid.
Y gracias a Manuel García del Moral, esta triste situación dará un giro y no volveremos a pasar, por ejemplo, por delante de la Plaza de toros de Las Ventas sin preguntarnos qué diablos pinta allí una estatua de Fleming. Eso si es que nos damos cuenta de su presencia; pasearemos también por la calle de la Abada y no nos resultará extraño ver un rinoceronte en la placa que anuncia su nombre. Y descubriremos que en el número 30 de la Cava Baja se encuentra, dentro del portal, un trozo original de la muralla cristiana del siglo XI. Pasaremos por delante, nos percataremos de los detalles y esta vez no, no saltaremos por encima de nuestra historia como si saltáramos sobre la tapa de una alcantarilla. Daremos también, aunque de forma particular, el merecido homenaje a Alfredo Ruiz de Luna González, autor de 1.500 placas de cerámica compuestas de nueve azulejos cada una de ellas, que presiden cada esquina de cada calle del Madrid antiguo y que constituyen una auténtica exposición de obras de arte. Alfredo Ruiz de Luna falleció hace ahora un año – el 8 de mayo de 2013 – y ninguno nos habíamos enterado. Así podríamos estar hablando horas y horas en un sinfín de sucesos y Secretos de Madrid, a cual más interesante o sorprendente.
Leer este libro o el blog Secretos de Madrid nos va a servir de mucho a todos los madrileños y a los que, sin serlo de nacimiento, sientan el cariño que se siente hacia esos lugares que nos acogen sin pedir nada a cambio. Al menos démosle la oportunidad de descubrir que es posible dejar de identificar con prostitución y drogas a la calle de la Ballesta, contarle a Manuela Malasaña – si es que nos ve desde algún lugar – que lo que tuvo que vivir no cayó en el olvido, sino que fue inmortalizado con una calle que lleva su nombre. Un poco más allá de esta calle, por cierto, se encuentra otra que toma su nombre de una preciosa y triste historia sobre el último pez superviviente de un estanque y una niña que se metió a monja por su causa. Así historia tras historia, secreto tras secreto; desde los leones del Congreso, hasta el viaducto de la calle Segovia; desde las torres de Colón hasta el pasadizo del Panecillo; desde la torres de la Plaza de Castilla, hasta el Parque del cerro del Tío Pío o de Las siete tetas…
Intento siempre poner un broche final a las recomendaciones literarias que os hago cada semana, tratando de hacer un resumen de todo lo que os voy contando en cada una de ellas. Hoy lo haré también, pero esta vez será con las palabras textuales de Manuel García del Moral en su libro, Secretos de Madrid, pues no he sido capaz de expresarlo mejor que él cuando dice que
… es posible sentir Madrid, sus latidos y vaivenes y verse, por un solo instante, extraño y ajeno a ese vendaval de historias que, segundo tras segundo, te marcan a fuego en esta inigualable ciudad.
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Lo encontrarás en la web de Manuel García del Moral y en Ediciones La Librería.