El verano es una muy buena época para empeñarse en lograr que tus hijos se agarren al saludable hábito de la lectura. Para eso una gran opción es leer lo que nos dice Greg Heffley…
Dice Greg que esto no es un diario y que cuando su madre fue a comprarlo, él le pidió, de forma específica que si compraba una libreta, no tuviera el rotulito de diario. Pero su madre, como muchas madres, no hizo caso a Greg, no porque no le preste atención, sino porque – como muchas madres – pensó que no le daría importancia a pesar de su advertencia. Como muchas madres – en este particular – se equivocaba…
Aún así, Greg, resignado, se quedó con la libreta-diario y comenzó a escribir en ella sus aventuras… y os lo digo a vosotros, padres y madres, si queréis comprender qué pasa por la cabeza de gran parte de la pre-adolescencia, debéis seguir con atención estos diarios.
Greg Heffley tiene los problemas típicos de su edad: ¿tonterías? Bueno, lo serán para sus padres, su hermano mayor – Rodrick – y para un mundo de adultos con otro tipo de problemas. ¡Pero no para él! Hagamos un paréntesis y reconozcamos todos juntos, si, nosotros los del mundo de adultos, que los problemas de cada uno, los de cada edad, son los más importantes para quien los tiene en el momento en el que los tiene y ¿son sus problemas? Pues no, son los suyos y los tuyos. Sigamos.
Contar toda una vida en un diario tiene cierta dificultad, sobre todo si eres un pre-adolescente. Y si, además, tienes el valor de no mentirte a ti mismo con lo que escribes, a pesar del riesgo, es doble mérito. Porque confesar a tu diario que eres un “pringao” – como hace Greg en el primer diario - dice mucho del valor que tienes, sobre todo si llega tu hermano mayor y lee ciertas cosas que utilizará en tu contra, tal y como podemos leer en el segundo. Claro, esto no pasaría si tu madre te hubiera hecho caso y hubiera comprado una libreta sin el rotulito de diario.
Y lo peor llega cuando tu padre intenta intervenir y acude en tu ayuda, con soluciones básicas de padre, que no hacen sino complicarte aún más la vida. Y luego vas y lo cuentas en el tercer diario. ¡Es que no escarmientas!
Así podemos seguir con un sinfín de situaciones cómicas, serias, comprometidas y con un gran mensaje en su interior. Si seguimos, llegaremos a los diarios 4 y 5 sin habernos enterado de que el tiempo ha pasado.
Cuando Jeff Kinney comenzó a publicar las historias de Greg, en 2006, no sospechaba que en seguida se colocarían en los primeros puestos de las listas de ventas. Toda una serie de lo más recomendable si quieres que tus hijos – si tienen entre 8 a 12 años – comiencen a coger el saludable hábito de la lectura. Y si eres adulto, pues también. No te lo pierdas que disfrutarás de estas libretas con el rotulito de diario.