Hoy nos lanzamos con un clásico. Un clásico dentro de los clásicos… ¿Qué es lo que lleva a un estudiante universitario con problemas económicos a matar a una anciana? Sí, los problemas económicos, claro, pero hay que vislumbrar muchos problemas de cordura para hacer eso y, más aún, realizando el maquiavélico acto de forma violenta, a hachazo limpio. Y luego, para rematar la faena, también asesinamos a la hermana de la anciana.
Sí, la anciana es una usurera, leonina y avariciosa prestamista, digna de las más bajas pasiones humanas y el asesinato en cuestión se comete con fines humanitarios, o esa es la excusa que pone Raskolnikov, nuestro ilustre asesino. Si uno está loco perdido, podría comprender y justificar – hasta cierto punto – tal atrocidad. Sin embargo, al parecer, tampoco hace falta ser un loco declarado o reconocido. Simplemente es suficiente con tener un momento fugaz de locura, una pérdida de control que te ciega, te dirige y domina tus brazos, tu mente y tu voluntad. Unos breves minutos de locura extrema pueden provocar que pierdas el control y asesines a hachazos a la usurera Ivanovna y a su hermana, para después apoderarte de sus pertenencias.
Lo malo viene después. Y no es sólo la pena que tendrás que cumplir cuando te pillan; porque te van a pillar. No, lo peor es que realmente no estás loco, que ha sido un arrebato y ahora, perfectamente lúcido, no eres capaz de comprender qué extraña fuerza externa te ha llevado a hacer lo que has hecho. Y el remordimiento te persigue y te machaca el cerebro, se convierte en pesadillas continuas y te encuentras con una verdadera obsesión por encontrar alguna justificación que te sirva para seguir adelante y enterrar la culpa que te está comiendo por dentro.
Por supuesto, como no eres un asesino profesional, ni siquiera aficionado, ni siquiera principiante, cualquier cosa que ocurre a tu alrededor lo relacionas con tu culpa y ves la acusación por todos los lados. ¡Te van a pillar y lo sabes! ¡Cuánto antes lo hagan, mejor! No eres capaz de controlarte y cada gesto que haces, cada cosa que dices, te delata.
Y, al final, te pillan, claro…
Este deslumbrante thriller novelado, ya tiene por si mismo argumentos de todo tipo para seguirlos hasta el final. Este auténtico tratado sicológico sobre ciertas miserias humanas, ya tiene por si mismo motivos más que de sobra para no encontrar el momento de hacer una pausa. Por si mismo ya lo vale. Si añadimos el colofón de que ha sido escrito por uno de los mayores genios literarios de la historia de la literatura mundial, podemos imaginar que tenemos entre las manos una obra maestra con letras mayúsculas.
Un consejo personal: si sois impresionables, intentad pasar de largo – aunque os perderíais unos pasajes absolutamente brillantes – el momento de la novela en el que narra el asesinato de la anciana y el correspondiente a la paliza a un caballo. Es tan intenso y está narrado con tal maestría, que parece que lo estás viviendo en directo y puedes llegar hasta el punto de no continuar leyendo el libro.
Os presentamos Crimen y castigo, de Fiodor Dostoievski.
Título: Crimen y Castigo
Autor: Fiodor Dostoyevski
Páginas: 688
Editorial: Punto de Lectura. Colección Clásicos
ISBN: 9788466322812
Año: 2010