Art The Moment

La autenticidad de Virxilio Vieitez

El retrato de un pueblo y de una época.

Con una solemnidad intrigante y una elegante sobriedad he visto desfilar en ellas a mi familia. La generación de mis abuelos y la de mis padres recogida por un fotógrafo de profesión que no obtuvo el merecido reconocimiento artístico y creativo hasta que su hija Keta lo descubrió. Al verlas comprendió entonces el enorme valor artístico e histórico de aquellas fotografías y, desde que expusiera por primera vez en 1997 en un espacio improvisado de Soutelo de Montes –Pontevedra-, ha llevado a su padre por toda Europa.

El Espacio Fundación Telefónica presenta desde el pasado 7 de febrero la exposición “Virxilio Vieitez”, gran retrospectiva realizada para este fotógrafo gallego y coproducida por Fundación Telefónica y el MARCO de Vigo.

Virxilio Vieitez era consciente de su destreza, de su ojo clínico y del tiro perfecto “yo estudiaba la papeleta y, cuando apretaba el disparador, eso era el tiro seguro”. Creador de una cantidad ingente de material fotográfico producto de su oficio nunca se reconoció –no los conocía- como un Avedon, Penn o Cartier Bresson. Con éste último se vio personalmente en París y argüía la poca nitidez y la falta de luz de sus fotografías…

Con fines absolutamente comerciales se dedicó a la fotografía en lo que demostró poseer un talento especial. Retrató a los lugareños de Pontevedra llegando a ser el fotógrafo de mayor prestigio de la provincia. Su hacer y resultado eran las mejores pruebas: con una habilidad innata ordenaba tajantemente a sus modelos y la situación. Su obra –desde 1958 hasta los años setenta- es el testimonio etnográfico de toda una época y un pueblo.

La autenticidad de su estilo es su propia marca: una composición y decorado fotográfico perfectos, ya fueran interiores o exteriores, y la inclusión de objetos que rozan el surrealismo pero que en el conjunto se tiñen de realidad.

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La obra de Virxilio Vieitez -1930-2008- se conserva en Soutelo de Montes, Pontevedra, pueblo donde nació y murió. Su producción es un importante legado y patrimonio cultural de inmenso valor. Para esta exposición se han estudiado más de 50.000 negativos –desde 1953 hasta 1980- recuperándose material inédito, sobres sin abrir, cajas selladas y latas medio oxidadas.

Desde el 7 de febrero hasta el 19 de mayo de 2013.

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