Victor Vasarely es una de las figuras más destacadas del arte abstracto geométrico. Pero antes de adentrarnos en las artimañas de sus efectos cinéticos hay que señalar algunas de las particularidades conceptuales del artista. Porque sus obras marean, son hipnóticas, provocan sensaciones visuales, en ciertos momentos, perturbadoras, incómodas. No encajan en el arquetipo artístico de la década de los sesenta —cuando el Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York lo lanzó a la fama mundial— ni, al parecer, le importaba en exceso.
Vasarely, orgulloso del estilo artístico que había inventado y que él mismo denominó como arte cinético en 1953, se centraba más en la descripción científica del movimiento y en el rigor intelectual que en las impresiones y tendencias artísticas de la época. Para el húngaro “lo cinético era algo más que un mero movimiento artístico, pues no solo lo veía en un sentido formal, sino que además le atribuía unas funciones éticas, económicas, sociales y filosóficas”, señala Márton Orosz, comisario de la monográfica que el Museo Thyssen-Bornemisza dedica al pintor.
La exposición está organizada en ocho secciones cronológicas, precedidas de un espacio dedicado a las Estructuras Vega, una de sus series más conocidas, inspirada en la estrella más brillante de las noches estivales del hemisferio norte.
Volviendo al universo creativo de Victor Vasarely y a los orígenes de su personal concepto de arte cinético, una síntesis de las dos expresiones creativas del ser humano: las artes y las ciencias, es necesario insistir en sus amplios conocimientos y fascinación por la ciencia y en su formación artística derivada de la Bauhaus húngara, Piet Mondrian, Theo van Doesburg, Kazimir Málevich, El Lissitzky y Lászlo Moholy-Nagy. Pero también en su entusiasmo por los mosaicos de la antigüedad y las geometrías islámicas. “Es posible que, durante sus estudios en Budapest, Vasarely conociera algunos juegos ópticos incorporados a la fotografía de los años 20”, indica Orosz.
Con todo ese mejunje artístico-científico, más una visión casi premonitoria de los algoritmos informáticos, Vasarely creó un nuevo concepto de estética pictórica que más tarde teóricos como el historiador alemán Max Imdahl, etiquetaron como Op Art, dando origen a una tendencia efímera pero de extraordinaria popularidad. Aunque nunca trabajó con la informática, de sus principios se deriva la posibilidad de crear imágenes con esa tecnología.
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Victor Vasarely. El nacimiento del Op Art. Del 7 de junio al 9 de septiembre de 2018. Comisario: Márton Orosz
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