Paliando en parte una de las grandes lagunas pictóricas del Louvre —que no posee ni una sola obra del gran maestro del barroco español— más de cincuenta piezas de Diego Velázquez viajan por primera vez hasta la capital francesa. Acontecimiento que convierte al Grand Palais parisino en una de las citas artísticas más importantes del 2015. No sólo por la tremenda envergadura de la obra reunida, sino por ser también la mayor retrospectiva dedicada al artista sevillano desde 1989, fecha de aquella gran antológica organizada de manera conjunta por el Metropolitan Museum de Nueva York y el Museo del Prado.
Todo un reto para el joven conservador del Museo del Louvre y comisario de la muestra, Guillaume Kientz quien, con tan solo 34 años ha logrado reunir obras procedentes de las instituciones públicas y colecciones privadas más importantes del mundo. Obras maestras excepcionales entre las que se encuentran iconos universales de la historia del arte como La fragua de Vulcano (Prado), la Venus del espejo (Londres, National Gallery) o el Retrato de Inocencio X (Roma, Galleria Doria Pamphili), tan admirado por Francis Bacon. Pero también por primera vez, las dos últimas obras atribuidas al pintor —La educación de la Virgen (New Haven, Yale Art Gallery) y el Retrato del inquisidor Sebastián de Huerta, descubierta la primera en los sótanos de la universidad de Yale (2010) y en manos de un particular anónimo (2012) la segunda.
Y es que el consagrado por Manet como “el pintor de los pintores” no era muy aficionado a firmar sus cuadros; como tampoco a identificar a sus modelos. No. Nuestro lacónico sevillano —que diría Fernando Marías— vivió entregado a su pintura desde la infancia y, aunque muchos han querido buscar esas dosis de rebeldía propias de los grandes genios, Diego Velázquez fue mucho más amigo de la austeridad que de los aspavientos. Pero nada le impidió convertirse en el gran renovador de los géneros pictóricos, precedente del impresionismo y consumado retratista.
De ahí otro de los motivos para considerar la exhibición del Grand Palais como la mayor muestra global sobre Velázquez realizada hasta ahora. Estructurada en tres secciones ordenadas cronológicamente, la exposición —coproducida por Réunion des musées nationaux–Grand Palais, el Museo del Louvre y el Kunsthistorisches Museum, Viena— revisa de manera exhaustiva la trayectoria artística del maestro español, desde sus inicios en Sevilla hasta sus últimos años como pintor en la Corte de Madrid; además de abordar los nuevos interrogantes derivados de los dos recientes descubrimientos.
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Grand Palais, Galeries nationales.
Comisario: Guillaume Kientz
Fechas: 25 de marzo al 13 de julio de 2015
Apertura: Domingos y lunes de 10 h a 20 h; de miércoles a sábado de 10 a 22 h.
Martes cerrado.
Galería de imágenes
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Diego Velázquez Vénus au miroir vers 1647-1651 huile sur toile, 122,5 x 177 cm Londres, the National Gallery © The National Gallery
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Diego Velázquez L’Apôtre saint Thomas 1619-1620 huile sur toile, 94 x 73 cm Orléans , Musée des Beaux-Arts © RMN-Grand Palais / Droits réservés
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Diego Velázquez La tunique de Joseph vers 1630 huile sur toile, 213,5 x 284 cm Madrid, Real Monasterio del Escorial (Patrimonio Nacional) © Patrimonio Nacional
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Diego Velázquez. L’Immaculée Conception. Londres, The National Gallery © The National Gallery
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Diego Velázquez Portrait de l’infant Baltasar Carlos avec un nain vers 1631 huile sur toile, 128 x 102 cm Boston, Museum of Fine Arts © Museum of Fine Arts, Boston
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Diego Velázquez Allégorie féminine, vers 1645-1655 huile sur toile , 64 x 58 cm Dallas, Meadows Museum © Meadows Museum - SMU, Dallas / photo Michael Bodycomb
