Inglaterra, Escocia, Minerva, Cupido y dos Victorias Rubens Óleo sobre tabla, 64,5 x 49 cm h. 1632 Róterdam, Museum Boijmans Van Beuningen
Art The Moment

Rubens: el pintor que elevó a género el boceto

Rubens es el pintor de bocetos más importante del arte europeo. El Museo del Prado dedica una gran exposición a esta faceta que el artista convirtió en género.

Fue prolífico e innovador, versátil e intenso. Grandilocuente también. Ningún artista del barroco logró reunir talento, éxito social, personal y económico y tan alto nivel cultural como Pedro Pablo Rubens. Aparte de la técnica, la calidez del color, la exuberancia de sus figuras, el pintor de Amberes se dejaba el alma en cada trazo. Tal vez por ello, su potencia pictórica traspasó los límites del lienzo e hizo del boceto casi un nuevo género.

No fue el primero en emplear el boceto como parte de la preparación del cuadro —ya lo probaron antes Caravaggio, Beccafumi, Tintoretto o Veronés—, sí en aplicar la herramienta de manera sistemática, plasmando los óleos previos en soportes duraderos como telas o tablas y plenos de color. Seguramente, la frenética actividad de su taller en Amberes (allí se pintaron unos 1400 cuadros) y los múltiples viajes del artista por toda Europa le obligaron a dejar a sus discípulos instrucciones muy precisas para completar las obras definitivas. También le sirvieron para presentar a sus clientes el proceso de sus encargos o resultado de los mismos.

El genio flamenco era, además, muy reacio a desprenderse de sus apuntes. Tanto que ni siquiera cedió ante las presiones de los Jesuitas de Amberes. Prefirió pintarles un lienzo para el altar antes que cederles los diseños de los cuadros encargados para el techo de la iglesia.

El Museo del Prado posee la mayor y una de las mejores colecciones de pinturas de Rubens. A ella se une esta magnífica exposición que reúne 73 de los casi 500 bocetos pintados por él a lo largo de toda carrera artística. Procedentes del Louvre, el Hermitage, la National Gallery o el Metropolitan de Nueva York, además de los conservados en el Prado y el Boijmans, se exhibirán en la pinacoteca madrileña hasta el próximo 5 de agosto.

“Los bocetos de Rubens no son esencialmente distintos del resto de sus pinturas. La acción dramática y la intensidad emocional que encontramos en ellos, productos de la prodigiosa imaginación del artista y del toque de su pincel, concuerdan plenamente con lo que esperamos de él”, explica Alejandro Vergara, jefe de conservación de pintura flamenca y escuelas del norte del museo y comisario de la exposición. Nacen del mismo impulso, y su energía es producto del mismo manejo del pincel. Y sin embargo, tienen algo de singular, concluye.

Además de los cinco estudios realizados para la iglesia de Amberes, colgarán de los muros del Prado dos de sus series para tapices: la de la Eucaristía —encargo de la infanta Isabel Clara Eugenia para el monasterio de las Descalzas Reales — y la dedicada a Aquiles. Una belleza de ocho escenas que relatan diversos episodios de la vida del héroe griego.

También se muestra por primera vez una copia manuscrita de un cuaderno perdido de Rubens conocido como Manuscrito Bordes. Se trata una copia directa del original con textos y dibujos, entre ellos el estudio del fabuloso Hércules Farnesio.

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Rubens. Pintor de bocetos. Museo Nacional del Prado, edificio Jerónimos. Sala C. Fechas: del 10 de abril al 5 de agosto de 2018. Comisarios: Friso Lammertse y Alejandro Vergara.

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