Parece que este 2019, los museos más importantes de nuestro país se han puesto de acuerdo para ofrecernos un baño tremendo de arte ruso. Efectivamente, si la semana pasada buceábamos en los mares de la Fundación Mapfre, hoy caminamos un par de manzanas hacia arriba para surcar las estepas de principio del siglo XX en exclusiva compañía femenina. El Museo Thyssen Bornemisza acoge en sus salas la exposición Pioneras. Mujeres de la vanguardia rusa.
La pinacoteca madrileña lleva a cabo un montaje especial dedicado a las más destacadas artistas de este movimiento, contó con una participación femenina no solo numerosa, sino también extremadamente activa y relevante. Natalia Goncharova, Alexandra Exter, Olga Rózanova, Nadeshda Udaltsova, Liubov Popova, Varvara Stepanova y Sonia Delaunay son algunas de las representantes de esta corriente artística que se desarrolló en la Rusia prerrevolucionaria.
Todas ellas crecieron y se formaron en un régimen que se aferraba a los valores de la época preindustrial. Sin embargo, se convirtieron en pioneras de la creación, difusión y defensa de los nuevos lenguajes artísticos que fascinaron y escandalizaron a partes iguales a la sociedad rusa y europea de comienzos de siglo. Al contrario que sus compañeros masculinos, ellas no se unieron en un grupo concreto ni etiquetaron su arte de ninguna manera. Sí se conocieron e influyeron mutuamente, pese a que sus nombres se asocian a diferentes tendencias.
Natalia Goncharova fue una figura esencial en las conexiones de las vanguardias europeas con el arte ruso coetáneo, especialmente con el neoprimitivismo francés y el rayonismo cultivado por Larinov. También Alexandra Exter contribuyó a dicha cohesión artística. Vivió largas temporadas en París donde conoció a Picasso y a Braque. De ahí su marcada tendencia cubista. Más tarde, junto a Sonia Delaunay, se decantó por el lenguaje futurista italiano. Mientras Olga Rózanova apostaba por el color, el arte no figurativo y la continua búsqueda de nuevas formas de expresión, Liubov Popova combinó su fascinación por el arte antiguo ruso con el clasicismo italiano.
Varvara Stepanova, la más joven de las pioneras, admiró durante los primeros años de su carrera, a los poetas futuristas. En septiembre de 1921, se unió al grupo de artistas que decidieron abandonar la pintura de caballete. Stepanova, única artista de su época con formación en artes aplicadas, expandió sus ideas al terreno del diseño de vestimenta y textil, a la decoración de espacios públicos y teatrales y se convirtió en una de las principales representantes del constructivismo.
Pioneras. Mujeres artistas de la vanguardia rusa reúne una selección de 12 obras de las colecciones propias del museo, además de textos, biografías y fotografías. El conjunto muestra la revolución cultural femenina que experimentó Rusia durante una etapa artística especialmente fértil.
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