No corrían buenos tiempos cuando Pierre Bourdieu llegó a Argelia en el año 1955. Con tan sólo 25 años el joven Bourdieu se encontró con un país sumido en la cruenta guerra argelina contra el colonialismo francés —una tragedia entre dos comunidades que, enfrentadas a muerte, no dudaban en emplear los métodos de lucha más sangrientos—. Se topó con un país destrozado y una sociedad empobrecida, desarraigada y diezmada por los militares franceses. En medio de ese sufrimiento y profundamente conmovido por la situación, Bourdieu comenzó a tomar las fotografías que hoy son objeto de la exposición En Argelia. Imágenes del desarraigo . Sin embargo, él no pretendía inmortalizar la crueldad del conflicto —de hecho, no muestra escenas morbosas— sino la realidad social y etnográfica de la Argelia de los años 50.
Bourdieu no era fotógrafo, no buscaba encuadres, luces ni exposiciones. El trabajo fotográfico suponía sólo una parte de la investigación social que era el verdadero centro de su interés. "En algunos casos, yo hacía las fotografías para poder recordar, para poder describir después. En otros casos, era una forma de mirar. Hay una sociología espontánea de la pequeña burguesía que ridiculiza a los que se van a hacer turismo con la cámara colgada al hombro y que terminan por no mirar los paisajes que fotografían. Siempre he pensado que se trata de racismo de clase" —comentaba el sociólogo acerca de sus fotografías. Sin embargo, ninguna de ellas fue tomada al azar: la pequeña descalza que apenas puede sujetar una barra de pan, un niño a lomos de un burro, familias, mujeres, hombres, poblados y calles, costumbres… Miradas que traspasan la cámara alternando el dolor, el miedo o el abandono, miradas escondidas tras un velo. Bourdieu retrataba la vida, la distribución de los papeles sociales, el trabajo, las tradiciones de una sociedad en pleno cambio. Cada fotografía atrapa el instante y guarda una historia. Historias de transformación, de evolución, la historia de un país que buscaba su independencia.
Además de la mirada social, descubrimos también el compromiso político de Bourdieu. Como radical opositor al régimen colonialista francés y la opresión militar ejercida en Argelia quería dejar testimonio de todo lo que veía e intentar comprender un mundo social sacudido por contradicciones y anacronismos. No en vano "ver para hacer ver, comprender para hacer comprender" era su lema.
Se trata de una magnífica muestra de 150 fotografías en blanco y negro, fechadas entre 1958 y 1961 y en su mayor parte inéditas en España que podemos disfrutar en el Círculo de Bellas Artes de Madrid hasta el 15 de enero de 2012.
Galería de imágenes
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