Art The Moment

Paz Errázuriz y la desestabilización del arte fotográfico

Fundación MAPFRE presenta la primera gran retrospectiva de la obra de Paz Errázuriz, unas de las fotógrafas chilenas de mayor reconocimiento internacional.

Resulta imposible eludir el impacto en blanco y negro que provoca contemplar cualquiera de las fotografías de Paz Errázuriz (Santiago de Chile, 1944). Un impacto visual tan desestabilizador como una embestida por la espalda. Porque aunque la fotografía no siempre ha retratado la belleza, el sosiego o el esplendor de nuestro entorno, la obra de Errázuriz irrumpe en nuestro orden visual, normalmente regido por la normativa burguesa tradicional, las leyes patriarcales y la hegemonía masculina, blanca y heterosexual, precisamente para perturbar nuestra mirada, mostrándonos las zonas más oscuras y decadentes de la sociedad chilena.

Dos son los factores determinantes en la trayectoria artística de Paz Errázuriz. El primero y fundamental es su enorme querencia hacia los asuntos humanos. El segundo, el contexto sociopolítico en el que inicia su carrera fotográfica: el Chile de los setenta. En un momento histórico marcado por la represión, el control militar, la incertidumbre y la sombra infame de una de las dictaduras occidentales más atroces de la segunda mitad del siglo XX, salir a la calle empuñando una cámara era una actividad harto arriesgada. Una osadía y una amenaza para los que sostenían el orden marcial. Más aún cuando el sujeto portador era una mujer.

De aquellos primeros recorridos por las zonas marginales de la capital chilena retratando la indigencia, la pobreza del momento nace su primera serie, Los Dormidos, cuya crudeza contrasta enormemente con el estilo de vida de las clases adineradas de los barrios de Las Condes o La Dehesa, también expuesta la curiosa mirada de la artista. A partir de entonces, el interés de Errázuriz por ahondar en la realidad de la condición humana se hace cada vez más patente, iniciando así el trayecto que le conduce a explorar la historia de su país hasta la actualidad. Un camino que descubre los ambientes más sórdidos —prostíbulos, hogares de ancianos, centros psiquiátricos, circos marginales—, pero también parajes abandonados, etnias en peligro de extinción e investigaciones personales sobre el complejo mundo de la ceguera (una de sus últimos trabajos todavía en proceso), el boxeo, la prostitución o su última serie (Exéresis) centrada en la obra escultórica de diferentes museos europeos y norteamericanos.

Sin embargo, la artista, lejos de erigirse en cronista de la actualidad social y política de su Chile natal, se convierte en el ojo desestabilizador de dicha historia a través de todos esos seres anónimos que documentan su propia narrativa visual. Y es que la verdadera intención de su fotografía es mucho más profunda, pues, como ella misma reconoce, se trata de plasmar la eterna búsqueda de su propia identidad a través de los retratados. De ahí la sorprendente complicidad entre la autora y sus modelos. Un compromiso que subyace a toda su obra y que pone de manifiesto a través de la dignificación de los fotografiados. Mostar una imagen indigna es una traición, afirma la artista. Hacer una foto es un hecho atroz, agresivo y muy valiente el acto de quien se deja fotografiar. Tal vez por ello su trabajo es de los pocos que logra aglutinar sordidez y dignidad a partes iguales.

Fundación MAPFRE presenta la primera retrospectiva de la artista chilena en España. Una muestra excepcional estructurada en los diferentes grupos temáticos que Errázuriz ha ido inmortalizando a lo largo de cuatro décadas de trayectoria profesional y que recogen toda la dimensión, toda la visión, todas las inquietudes, todos los mundos que constituyen el santo y seña de su producción fotográfica.

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Paz Errázuriz
Fechas: del 16 de diciembre al 28 de febrero de 2016
Lugar: Sala Fundación MAPFRE Bárbara de Braganza. Madrid

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