Miquel Barceló (Felanich, Baleares, 8 de enero de 1957) es en la actualidad uno de los artistas españoles con mayor proyección y reconocimiento internacional. Comenzó su carrera durante la década de los 80, en pleno auge de la nueva pintura figurativa.
Se formó en la Escuela de Artes Decorativas de Palma de Mallorca para ingresar posteriormente en la Escuela de Bellas Artes Sant Jordi de Barcelona. Mientras, participa en la Bienal de Sâo Paulo (1981) y en la Documenta de Kassel VII (1982), trampolines de su fulgurante proyección internacional. En 2007 presenta el retablo cerámico en la catedral de Palma y a finales de 2008, su cúpula de la Sala de los Derechos Humanos y de la Alianza de Civilizaciones del Palacio de las Naciones Unidas de Ginebra da la vuelta al mundo.
A partir de la pintura, y sin abandonar el protagonismo de la misma, Barceló ha explorado las posibilidades formales de la cerámica, ha experimentado con materias diferentes y atesorado un elenco de elementos que denotan su pasión por la naturaleza. En su trabajo incorpora materiales sorprendentes como algas, alimentos, frutos, leche, lejía, incluso sangre. En fin… Igualmente, los soportes sobre los que plasma ese universo orgánico suelen ser poco ortodoxos: papeles comidos por las termitas, lienzos gibosos o telas cortadas con sierra eléctrica.
El Museo Picasso Málaga presenta la exposición Miquel Barceló. Metamorfosis, que toma su nombre del relato de Franz Kafka publicado en 1915 e ilustrado por el artista para la editorial Gallimard. La muestra, comisariada por Enrique Juncosa, gira en torno la condición cultural trashumante del artista, que es capaz de adueñarse del lugar —cualquiera que sea— donde instala su estudio. Lo ha hecho en multitud de ciudades de todo el mundo, siempre con el mismo resultado: una obra desbordante de vitalidad, impregnada de todos los referentes culturales que han ido engrosando su inspiración.
La pintura barroca, el expresionismo abstracto norteamericano, el arte povera italiano, el art brut, Caravaggio, Velázquez, Rembrandt, Goya, Paul Klee, Jean Dubuffet, Picasso, Miró o Antoni Tàpies son algunas de las influencias que ha ido absorbiendo y transformado hasta logar un estilo propio inconfundible.
Miquel Barceló. Metamorfosis presenta cerámicas, pinturas, acuarelas, cuadernos de artista y piezas de técnica mixta sobre corteza de morera y esculturas de bronce. Una selección de treinta cerámicas de extraordinaria rudeza y extravagantes rasgos antropomórficos constituyen el núcleo de un conjunto que resume los intereses del artista. La muestra también reúne pinturas de gran formato de reciente creación, pinturas de carácter marcadamente prehistórico, así como un autorretrato carbonizado, fruto de arañar una superficie negra.
Como colofón, un conjunto escultórico de siete bronces de gran formato redecora el patio renacentista del museo.
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