John Akomfrah nació en Accra (Ghana) en 1957. Allí creció hasta que en 1961, tras el golpe militar que derrocó a Kwame Nkrumah, huyó a Inglaterra con su familia. Tal vez por ello, el exilio político vivido en carne propia y racismo experimentado durante su juventud en Reino Unido marcaran su carrera como cineasta. Lector asiduo e incondicional de Althusser, Foucault o Lacan, buscó desde sus inicios en el arte una mirada que, recogiendo la realidad de los conflictos raciales, se alejara del discurso político oficial.
Todo comenzó allá por los 80 cuando, junto a Lina Gopaul, Reece Auguiste, Avril Johnson, Trevor Mathison, Edward George, David Lawson y Clare Joseph, fundó el Black Audio Film Collective. La idea primigenia de este colectivo fue la de contrarrestar el relato dominante y excluyente arrojado a la opinión pública desde los medios oficiales para construir una historia alternativa igualmente legítima, incluso británica. Tras su disolución, el interés de Akomfrah se extenderá también al legado del colonialismo y sus consecuencias.
Akomfrah, director del British Film Institute durante 7 años, ha sido profesor en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, la Universidad Brown, Universidad de Nueva York, la Universidad de Westminster y la Universidad de Princeton, recibiendo además el Doctorado honoris causa de la Universidad de las Artes de Londres.
El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo acoge, hasta el 14 de marzo, la primera retrospectiva dedicada al cineasta afrobritánico en España, cuya obra invita a reflexionar sobre los retos de la humanidad en la era contemporánea.
La Tierra es plana —enmarcada en el Festival de Cine Europeo de Sevilla y comisariada por Neus Miró— reúne cinco grandes producciones que exploran las guerras, el racismo, el exilio y la emigración en diferentes momentos históricos. El montaje expositivo se extiende por toda la zona monumental de la antigua Cartuja de Santa María de las Cuevas, desplegando una inmensa instalación audiovisual extremadamente cuidadosa con la retransmisión de sonido e imagen.
Handsworth Songs (Canciones de Handsworth) es un film-ensayo que ofrece un relato alternativo a la cobertura mediática sobre los disturbios acaecidos en 1985 en Handsworth, un barrio del noroeste de Birmingham con mayoría de población inmigrante. Realizada por Akomfrah como miembro del Black Audio Film Collective, la película huye de los postulados del documental clásico e introduce un nuevo lenguaje y un nuevo
relato.
Mnemosyne (Mnemósine) es fruto de la invitación que Akomfrah recibe del Arts Council y la BBC. La idea era contar algo sobre la subjetividad negra y la identidad asiática a partir de los archivos de la cadena de TV sobre la zona del West Midlands de Birmingham.
Por su parte, Peripeteia es un ejercicio de ficción sobre dos personajes creados por el artista renacentista alemán Alberto Durero. Se trata de los dibujos de un hombre y una mujer de raza negra: Head of a Negro Man (Cabeza de hombre negro, 1508) y Portrait of the Moorish Woman Katharina (Retrato de mujer morisca Katharina, 1520).
En El vertigo Sea (El vértigo del mar), Akomfrah continúa su investigación en torno a la memoria y las migraciones y presenta el mar como un elemento indisociable de la diáspora. La pieza, producida para el pabellón principal de la 56ª edición de la Bienal de Arte de Venecia, desarrolla en tres grandes pantallas la presencia y la dimensión del océano. En ella se mezclan una vez más imágenes de archivo e imágenes filmadas por el ghanés en Noruega, las islas Feroe y la isla de Skye.
Finalmente, Auto da fé (Auto de fe) explora la emigración a causa de las religiones, a través de un recorrido histórico temporal de cuatro siglos y ocho diásporas por motivos religiosos. Los diferentes casos se presentan de forma cronológica separados por capítulos, iniciándose la serie en Bahía (1680), Nos fuimos porque estaban quemando judíos, y finaliza en 2015 en Mosul: Los adoradores del diablo deben convertirse o morir.
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