Joaquín Sorolla y Bastida
Art The Moment

Joaquín Sorolla: el pintor de la moda del cambio de siglo

El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza y el Museo Sorolla organizan una exposición dedicada a la presencia de la moda en la obra de Joaquín Sorolla.

Joaquín Sorolla no sólo fue el gran pintor de la luz mediterránea y la etnología y las costumbres patrias. También fue un observador privilegiado de la sociedad porque lo hacía desde la sensibilidad. Además de actividad como retratista, su mirada siempre estuvo impregnada de exquisitez y fascinación por la belleza femenina (especialmente la de su esposa a la que veneraba). Tal vez todo ello le hizo detenerse en la vestimenta, amén de su naturaleza curiosa y genuino interés por su entorno.

Sin duda París influyó mucho en su atracción por la moda. Durante sus largas estancias en la capital francesa descubrió una forma de vida bastante distante a la cotidianidad española: más libre, más urbana, más moderna. La moda acompañaba a ese nuevo estilo de vida del cambio de siglo.  También allí conoció a modistas de lujo como Charles Frederick Worth —padre de la alta costura— o Jeanne Paquin, presidenta de la Sociedad de Modas de la Exposición de 1900. Junto a ellos Sorolla se convirtió en un maestro de la estética, la elegancia y la sofisticación de la indumentaria.

Con estos antecedentes, el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza y el Museo Sorolla organizan una exposición dedicada a la presencia de la moda en la obra de Joaquín Sorolla.  Comisariada por Eloy Martínez de la Pera, la muestra reúne más de setenta pinturas procedentes de museos y colecciones privadas —algunas de ellas nunca expuestas públicamente—, junto a un destacado conjunto de vestidos de época. Se centra sobre todo en los retratos femeninos pintados por el artista entre 1890 y 1920 y se desarrolla en cuatro secciones.

Un primer capítulo dedicado a la esfera personal del artista, muestra los diferentes aspectos de la vida cotidiana: cartas, compras personales y los lienzos dedicados a su familia, principalmente a Clotilde, su mujer y su musa. Mientas, la segunda parte de la exposición se centra en la faceta de Sorolla como retratista social. El pintor fue tal vez el más grande cronista visual de una época en la que la élite y la alta sociedad otorgaban mucha importancia al retrato. Algunas de las obras y vestidos incluidos en esta sección se hacen eco de las últimas tendencias en el vestir, mientras que otros reflejan una moda que dirige su mirada al pasado.

Verano elegante es la tercera sección. En ella se refleja los periodos estivales en las playas españolas que ya comenzaban salpicarse de exquisitos veraneantes: Zarautz, Santander, San Sebastián, la Costa Brava, Levante… La moda también está presente en estos escenarios soleados que Sorolla refleja perfectamente en cuadros como Bajo el toldo, Zarautz (1910).

La muestra finaliza con un delicioso paseo por París, la ciudad de la vida moderna el arte y el cambio social. Cafés, paseos urbanos, ópera, teatro acaparan desde el primer momento la atención de Joaquín Sorolla. Es en sus primeros cuando descubre el impresionismo, la pintura al aire libre y todo ese hervidero cultural que marcaba la vida parisina del cambio de siglo. También conoce allí las novedades de la alta costura. Uno de los retratos más delicados de la historia es el de su hija Elena vestida con una preciosa túnica amarilla. El vestido Delphos —patentado por Fortuny— fue un regalo para su hija menor y el retrato refleja “toda la riqueza cromática de un mundo onírico extraído de antiguos tratados, lleno de asombrosos matices, y cuyo geométrico plisado, aunque queda fuera del cuadro, se prolongaría hasta el suelo”, explica Martínez de la Pera.

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Sorolla y la moda. Museo Sorolla. Museo Thyssen-Bornemisza. Fechas: del 13 de febrero al 27 de mayo de 2018.
Asesoría científica: Paula Luengo, conservadora de exposiciones del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. Lorena Delgado, conservadora del Museo Sorolla.
Se recomienda visitar ambos museos.