Isabel Muñoz: La antropología de los sentimientos.

La luz es una caricia en la fotografía de Isabel Muñoz (Barcelona, 1958). Ramón Mourelle y Eduardo Momeñe, sus referentes. Los conoció en 1980. Ya llevaba diez años viviendo en Madrid y hacía apenas uno que decidió dedicarse a la fotografía, sólo dos antes de ampliar su formación en Nueva York, a seis de su primera exposición en el Instituto Francés.

Las series Tango y Flamenco (1989) se consideran el punto de partida de su incesante búsqueda de los sentimientos y emociones de grupos y culturas de todo el planeta capturando las expresiones del cuerpo humano. Ella, que se nutre constantemente de las influencias de su familia y de los recuerdos de su infancia, siente verdadera pasión por el cuerpo y el movimiento. Esa es la estética que define su fotografía: el cuerpo —no necesariamente humano— y la fluidez. A partir de ese momento, el mundo se convierte en su hogar permanente y lenguaje corporal en el leitmotiv de su trabajo.

Bailarines, luchadores, monjes guerreros, toreros, presos, tribus, niños, primates… Todo ser que pasa por el tamiz del objetivo de la fotógrafa deja sus esencia al descubierto. A través de sus imágenes, Muñoz desentierra la parte tribal que nos habita, el instinto, los ritos, la dignidad, el misticismo. Todo ello regado de compromiso social y personal y acompañado de una técnica minuciosa y una sensibilidad excepcional han hecho de ella una de las profesionales más admiradas y valoradas de la fotografía contemporánea.

Isabel Muñoz nada siempre en los océanos de la emoción y hasta ellos nos arrastra, fotograma a fotograma. Da igual si explora la vida de los gorilas, el lado más oscuro de las maras latinoamericanas o la sensualidad del baile. No importa si denuncia la contaminación marina, el maltrato al medioambiente o plasma la belleza de Cuba. La fotógrafa española es experta en tocar el corazón del espectador: resulta imposible pasar ante cualquiera de sus trabajos sin perder la noción del tiempo, del espacio; sin trasladarse al interior de la mirada que proyecta.

El título de la muestra que presenta Tabacalera hace, sin duda, honor a ese torrente sensorial que transmite su obra. La antropología de los sentimientos reúne casi un centenar de fotografías y seis instalaciones audiovisuales en torno a las que Isabel Muñoz construye una de sus constantes artísticas: la representación obsesiva y heterogénea del cuerpo humano. La muestra propone un recorrido emocional desde los orígenes de la humanidad, la espiritualidad, la locura, los límites del cuerpo, la dimensión social, la sexualidad y el deseo. No se trata de repasar serie a serie el conjunto de su creación, si no de generar sensaciones.

Con motivo de la exposición, se ha editado un catálogo trilingüe –en español,
inglés y francés- que incluye fotografías de todas las obras mostradas en La
antropología de los sentimientos.

La Principal de Tabacalera. Fechas: del 27 de abril al 17 de junio de 2018. Comisarios: François Cheval y Audrey Hoareau.

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