No hay ninguna Andrómeda que, tras ser salvada de Cetus, vive feliz junto a Perseo. Tampoco está Orión –en eterna huida de Escorpio-, Pegaso u Osa Mayor. Lo que sí vemos es un profuso cielo que, al igual que el de las constelaciones, nos habla, nos mira, vadeándonos con sus mil y una figuritas, mil y tantos signos, lingüísticos, que nos vuelven a hablar, desde arriba, y nos cuestionan, nos pausan, nos tildan, nos resaltan, nos aúpan, nos hacen esperar...Estas luciérnagas horadan el azul tapizado por encima de nuestras cabezas, y mientras transpiran la inocua luz, laten titubeantes entre asístoles y diástoles cósmicas.
El Museo Reina Sofía presenta en el Palacio de Cristal del Parque del Retiro de Madrid “Escrito en los cuerpos celestes”, de Soledad Sevilla. Una instalación hecha a medida que copia la estructura del Palacio en la que se puede ver una gran bóveda celeste, cuyas estrellas vienen en forma de signos lingüísticos de puntuación. Espacio, luz, arquitectura, paisaje, y lenguaje para tratar estas cuestiones metafísicas nuestras…del día a día.
+
Soledad Sevilla –Valencia, 1944- estudió pintura en la Escuela de Bellas de Artes de San Jorge de Barcelona –ciudad en la que reside-. En la década de los sesenta, aterriza en Madrid y forma parte del Seminario de Generación Automática de Formas Plásticas del Centro de Cálculo de la Universidad Complutense de Madrid. La experiencia es muy positiva pero su espíritu libre la arrastra con fuerza. Desde entonces, practica con el espacio, la luz, y la materia. Las ideas se materializan con la llegada del espacio. Es a mediados de los años ochenta cuando empieza a realizar instalaciones como ésta para complementar sus pinturas.
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5
-
6