CaixaForum Madrid acoge, del 9 de octubre de 2020 al 31 de enero de 2021, la exposición El sueño americano. Del pop a la actualidad, una muestra que repasa la revolución plástica del grabado en el arte estadounidense durante las seis últimas décadas. Se exhiben más de 200 obras, procedentes en su mayoría del British Museum de Londres, de artistas como Warhol, Lichtenstein, Robert Rauschenberg, de Kooning, Donald Judd, Jasper Johns, Richard Estes, Kiki Smith o Guerrilla Girls.
Todo empezó en 1960. Fue entonces cuando el arte gráfico ligado a la publicidad, el consumo y el florecimiento de la clase media gringa paso de ser una disciplina de segunda al centro de la producción artística. El concepto subyacente a todo ese apogeo del grabado y la cultura pop era el famoso sueño americano. Es decir, a la posibilidad cierta y segura de que a base de trabajo, esfuerzo y voluntad cualquier persona, independientemente de su extracción social, podía alcanzar el éxito y la prosperidad. Que luego todo aquello resultó ser una burbuja imaginaria que le estalló en la cara a más de uno, ya es otra historia.
Aquí de lo que se trata es de cómo esa especie de “realismo mágico” norteamericano cristalizó en los circuitos artísticos de la época y cómo los artífices del arte pop lograron elevar la imaginería popular y la obra gráfica a una categoría superior. Sin duda, el contexto social, el empuje de los derechos civiles, las reivindicaciones feministas, la Guerra Fría, la de Vietnam, el rock y la contracultura impulsaron a los artistas a crear de una manera inédita.
El sueño americano. Del pop a la actualidad no sólo pone el foco en el arte pop. También incluye creadores de otros movimientos como la abstracción, el minimalismo, la figuración, el fotorrealismo o el arte conceptual que contribuyeron con idéntica intensidad a la eclosión del grabado. Por ello, la muestra recrea el colorido y la energía de esa revolución gráfica a través de un montaje de estética pop y gestual con el fin de reivindicar la técnica del grabado.
El recorrido de la exposición parte de Nueva York, justo cuando nace el arte pop en la con Warhol a la cabeza. A partir de entonces, los artistas se afanaron en el uso de las serigrafías y la impresión masiva —ignorando las tradicionales distinciones entre arte culto y arte comercial— con el fin de llegar a la nueva clase media, un público mucho más numeroso. Mientras, en la Costa Oeste, el estilo de vida del otro lado del país se plasmaba en la producción artística de figuras como Ed Ruscha o Bruce Nauman.
Claro que los “poperos” no fueron los únicos. A la ola del grabado se sumaron algunos expresionistas abstractos — Willem de Kooning, por ejemplo, realizó arte gráfico de gran formato y dedicó una serie a la aproximación libre de Minnie Mouse— y los conceptualistas de la década posterior, como Sol LeWitt. En la exposición también pueden verse los grabados figurativos de Richard Diebenkorn o de Susan Rothenberg.
En el ámbito de la reivindicación social y la crítica política, hay que señalar la campaña de Warhol a favor del senador demócrata George McGovern, la serigrafía con la bandera americana en blanco y negro y la palabra think (piensa) creada por William N. Copley en el 67 o la obra gráfica de Roy Lichtenstein con motivo de diversas causas en defensa de los derechos de las minorías y los grupos oprimidos, entre ellos los homosexuales, las mujeres, los afroamericanos, los hispanos y los indios nativos americanos. El feminismo corre a cargo de la inmensa Louise Bourgeois y Kiki Smith que señala cómo se trata a las niñas y a las mujeres en los cuentos infantiles.
En esta sexta colaboración de la Fundación “la Caixa” con el British Museum se incluyen proyecciones audiovisuales, entre ellas un vídeo en el que aparece Andy Warhol realizando serigrafías y una grabación de Jasper Johns presentando una proyección que simula una imprenta.
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