Siete décadas de arte abstracto español es narración que presenta el museo de Cuenca a través de una exposición de las obras de los artistas más significativos de este periodo. Aunque las nuevas formas de creación artística irrumpieron en España a partir de la segunda mitad de los 40, fueron dos grupos de jóvenes pintores y escultores quienes acogieron con entusiasmo los primeros movimientos disruptivos: Dau al Set (Barcelona, 1948) y El Paso (Madrid, 1957). A partir de ellos comienza a escribirse la historia del arte reciente de nuestro país que, pese a las dificultades de la época, logró desarrollar una obra innovadora, original, cosmopolita e independiente.
A ello contribuyeron de manera decisiva los artistas exiliados y ciertas iniciativas institucionales que, aunque de manera tímida, impulsaron el reconocimiento del arte contemporáneo y las nuevas tendencias europeas y norteamericanas en el paupérrimo ámbito cultural patrio. Pero aquellos inicios del arte abstracto en España, obviamente minoritarios y poco apreciados, fueron dando paso a un aperturismo cada vez más pujante. Fernando Zóbel o Juana Mordó, empeñadísimos en promover la obra de artistas como Saura, Miró, Chillida, Tàpies, Millares o Canogar (por citar algunos de los punteros del momento), allanaron el camino del mecenazgo y el fomento de las nuevas vanguardias, estableciendo al tiempo los pilares para el desarrollo artístico de las nuevas generaciones.
Con el título Una historia del arte reciente (1960-2020), la Fundación Juan March y DKV Seguros presentan una exposición construida a partir de las respectivas colecciones. La muestra, que podrá verse en el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca hasta el 16 de enero, narra la historia del arte español desde la segunda mitad del siglo pasado y las dos primeras décadas del XXI. Incluye obras de Salvador Dalí, Eduardo Chillida, Manolo Millares, Joan Miró, Pablo Palazuelo, Jorge Oteiza, Antonio Saura, Antoni Tàpies, Gustavo Torner, Fernando Zóbel, Irma Álvarez-Laviada, Rosana Antolí, Edu Comelles, Christian García Bello, Julia Huete, Juan López, Guillermo Mora, Juan Sánchez, Clara Sánchez Sala o Teresa Solar.
La exposición no se limita a exhibir una mera concatenación de obras yuxtapuestas, sino que narra a través de las mismas muchas de las historias del arte reciente (o de las historias recientes del arte), así como la evolución desde la pintura y la escultura hacia otras manifestaciones artísticas como la instalación, la desmaterialización, el conceptualismo o el advenimiento de lo digital y lo audiovisual. El museo ofrece una visita virtual complementaria por los espacios expositivos con comentarios, en texto y voz, de sus comisarios y algunos de los artistas participantes. En febrero de 2022, la exposición viajará al Museu Fundación Juan March en Palma de Mallorca.
El espacio, bello y pequeño, se ubica desde 1966 en pleno centro histórico de la ciudad, en las famosas Casas Colgadas, y exhibe además su propia colección de arte abstracto gracias a la iniciativa pionera de Fernando Zóbel, Gustavo Torner y Gerardo Rueda, junto a la de otros artistas. En 1980, Zóbel dona a la Fundación Juan March su colección de pintura, escultura, dibujo y obra gráfica, su biblioteca personal y un conjunto de diarios y más de ciento treinta cuadernos de apuntes. Desde entonces, la Fundación es la titular del museo y la responsable de la conservación del legado recibido.
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