Art The Moment

El hechizo del espejo

“Reflejos. De Van Eyck a Magritte” es la sexta entrega de la serie que el Museo Thyssen-Bornemisza abrió al público el pasado 10 de junio de 2013.

El hechizo del espejo tiene embelesado al ser humano desde sus primeros meses de vida. En A través del espejoy lo que Alicia encontró al otro lado Lewis Carroll pone voz a este fenómeno: “Te pasaré a través del cristal y te pondré en la casa del espejo! -dijo Alicia. (…) Te contaré todas mis ideas sobre la casa del espejo (…). Primero, ahí está el cuarto que se ve al otro lado del espejo y que es completamente igual a nuestro salón, sólo que con todas las cosas dispuestas a la inversa (…) sus libros se parecen a los nuestros, pero tienen las palabras escritas al revés: y eso lo sé porque una vez puse uno de los nuestros ante el espejo y entonces los del otro cuarto me mostraron uno de los suyos.”

“Reflejos. De Van Eyck a Magritte” es la sexta entrega de la serie <miradas cruzadas> que el Museo Thyssen-Bornemisza abrió al público el pasado 10 de junio de 2013. Los maestros antiguos y modernos vuelven a dialogar en un mismo discurso en el que la imagen real y la  reflejada desempeñan el tema central de esta nueva instalación de obras de la colección permanente.

Metales, cristales, espejos y diversas superficies reflectantes suelen ser los objetos que los maestros de distintas épocas han utilizado para demostrar la pericia del dominio de la técnica. Incluyen así detalles que han quedado fuera del cuadro o que han permanecido ocultos aprovechando a veces la ocasión para retratarse ellos mismos pintando detrás de su caballete.

Uno de los mejores y más tempranos ejemplos de la perfección ilusionista es el “Díptico de la Anunciación” de Jan van Eyck, 1433-1435. Utilizando técnicas del trampantojo el autor consigue que las figuras parezcan sobresalir del marco que las acoge. El arcángel san Gabriel y la Virgen están ante una superficie pulida que actúa como espejo de aquellas partes de sus cuerpos que quedarían fuera de nuestro campo de visión. Así podemos ver los pliegues traseros de sus túnicas o su cabellera ondulante. El reflejo creado completa la ficción teniendo casi una visión 100% de las simuladas esculturas –técnica de la grisalla- sin necesidad de rodearlas. Van Eyck muestra al espectador verso y reverso y posiciona a la pintura por delante de la escultura al mostrar lo que esconde el otro lado.

Quinientos años más tarde el belga René Magritte cuestiona en sus lienzos la verdad de esa percepción. En "la Clef des champs" de 1936, el espectador se sitúa frente una ventana -metáfora por antonomasia del cuadro desde el Renacimiento- y a través de ella vemos un plácido paisaje. Algo acaba de impactar contra su cristal y lo ha roto en varios trozos. Estos trozos aun reflejan fragmentos del paisaje que pueden verse a través del vano. ¿Quién nos garantiza ahora que el paisaje que vemos a través de la ventana es auténtico?

Desde el 10 de junio hasta el 15 de septiembre de 2013.

 

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