Tras el parón estival, los septiembres suelen llegar cargados de arte. Y este año promete una vuelta al cole repleta de color, alternativas e impresionismo pictórico. Factores que sin duda mitigarán el irritante síndrome postvacacional que antes o después llama a la puerta. Una oferta variada que en principio prescinde las vanguardias históricas y los grandes clásicos para centrarse en la actualidad. Fotografía y reflexiones sociales compiten con los cánones estéticos impresionistas de finales del XIX con Renoir a la cabeza.
Madrid, Barcelona, Zaragoza, Bilbao, León son algunas de las ciudades españolas que se suman esta rentrée artística con propuestas que navegan entre el clasicismo —entiéndase como tal lo conocido, no por ello menos atractivo— y la denuncia pura y dura. Del pasado y del presente. Pues si bien Renoir va ser el protagonista indiscutible del próximo otoño, el activismo artístico también adquiere un papel fundamental. Mientras el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León apuesta por la crítica social del activista alemán Gustav Metzger, CaixaForum Zaragoza se decanta por la denuncia del exilio a través de las imágenes de Brian Sokol. Sin embargo, es el Guggenheim Bilbao quien comienza la temporada con uno de los pesos pesados del arte contemporáneo. El controvertido Francis Bacon y su peculiar visión de la fragilidad humana auguran un inicio por todo lo alto.
A la espera de la infinidad de estrenos artísticos otoñales, os avanzamos las cinco primeras exposiciones que harán nuestro regreso un poco más dulce. Al fin y al cabo el arte es lo que resiste. Ya lo decía Gilles Deleuze.
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