Era marzo del 2020. El Centro Pompidou de París preparaba una gran retrospectiva dedicada a los proyectos que Christo y Jeanne-Claude idearon para la capital francesa entre los años 1958 y 1964 y el envoltorio del Pont Neuf, que prepararon veinte años después. Pocos días antes de la inauguración (prevista para el día 18), el COVID-19 truncó todos planes culturales. A cambio, el museo parisino programó una vídeoconferencia con el artista. Fue la última.
Luego, todo se precipitó. Christo Javacheff, quien hubiera cumplido 85 años el pasado 13 de junio (al igual que su pareja artística, Jeanne-Claude Marie Denat-de Guillebon) falleció hace apenas un mes, dejando en el tintero otro empaquetado monumental: el del Arco de Triunfo, que verá la luz de forma póstuma en el otoño de 2021.
Ayer, día 1 de julio, el Pompidou parisino volvió a la vida y, con él, la gran muestra pospuesta: Christo et Jeanne- Claude-Paris!, que abarca una etapa clave en la evolución artística de ambos. La exposición cumple, además, los tres deseos expresados por el artista en aquella última conferencia: repasar el trabajo de esos maravillosos siete años; retomar el proyecto de El Arco de Triunfo, envuelto, que concibió para la Place de l’Étoile-Charles De Gaulle; y rendir homenaje a su eterna compañera de vida y arte, ausente desde 2009.
Christo Vladimirov Javacheff nació en Gabrovo (Bulgaria) el 13 de junio de 1935. Ella, Jeanne-Claude Marie Denat-de Guillebon, nació ese mismo en Casablanca. Ambos se conocieron en París en marzo de 1958. Desde aquel mismísimo instante, sus vidas convergieron hasta el fin. Christo, tras formarse en la Escuela de Bellas Artes de Sofía, había huido de la Bulgaria comunista por causas políticas. Cuando se instala en la capital francesa como refugiado, atraído por el aura y el glamour de la escena artística, conoce a Jacques Dessange.
El entonces jovencísimo estilista no sólo le facilita a Christo una pequeña habitación donde cobijarse. También le recomienda como retratista al óleo a uno de sus mejores clientes, el general Jacques de Guillebon, padre adoptivo de Jeanne-Claude. Así se conocieron Christo y Jeanne-Claude. Los dos artistas comenzaron su colaboración en 1961 y se establecieron permanentemente en Nueva York en 1964.
Pese a su formación clásica, Christo desarrolla durante esos años parisinos su propio lenguaje artístico experimentando con las superficies, las texturas, el embalaje de objetos y el concepto del espacio referido a la escultura. Fue esta etapa de prolífica creación un momento esencial en el desarrollo y la evolución de la obra del dúo. De hecho, se considera hoy como la base de su expresión artística.
En respuesta a la construcción del Muro de Berlín en 1961, Christo y Jeanne-Claude se erigen en la rue Visconti –una de las calles más estrechas de París– una pared de 89 barriles: Mur provisoire de tonneaux métalliques–Le Rideau de fer. Poco después, comienzan a diseñar intervenciones por toda la ciudad. Ya por entonces comenzaban a pergeñar la idea de empaquetar edificios públicos.
La primera parte de la exposición del Pompidou presenta cerca de 80 obras creadas entre 1958 y 1964, cuando los artistas se trasladan a Nueva York permanentemente. La segunda parte –Le Pont-Neuf empaqueté, exposition-dossier– muestra todas las etapas y pasos del proyecto que desemboca en la monumental obra del Pont-Neuf (The Pont-Neuf Wrapped, Paris, 1975-1985) a través de tres centenares de piezas entre dibujos y collages originales, fotografías, documentos de archivo, elementos y estudios de ingeniería y una maqueta del resultado final.