El Centro Botín es el nuevo centro de arte de la fundación homónima: un espacio para el desarrollo de la creatividad y punto de encuentro en torno al arte y la cultura. Nacido con la vocación de convertirse en uno de los referentes europeos del arte, el nuevo coloso santanderino aspira a formar parte de los circuitos culturales de primer nivel, además de descubrir y brindar apoyo al talento creativo en el ámbito del arte, la ciencia, la educación y el desarrollo rural.
Fue el pasado viernes 23 de junio cuando al fin desplegó sus alas el primer proyecto que firma en España el Pritzker Renzo Piano. El gigantesco buque vanguardista —10285 metros cuadrados— sobrevuela la bahía de Santander suspendido sobre el borde del muelle de Albareda. Se asoman al Cantábrico dos bloques flotantes asentados sobre gruesas columnas de siete metros de altura, conectados entre sí por una estructura de pasarelas en vidrio y acero. Sus fachadas acristaladas y su piel de nácar juegan con los destellos marinos y los tonos cambiantes que tiñen la cuidad de grises, verdes y azules.
El centro, nacido con la vocación de convertirse en uno de los referentes privados de arte en Europa, rescata el antiguo parking del Ferry y los Jardines de Pereda. Hacia ellos se orientan las fachadas opuestas al mar, tras la remodelación proyectada por el paisajista Fernando Caruncho. También enlaza el centro de la ciudad con su bahía a través de un túnel que ha permitido duplicar la extensión de los jardines y restablecer el acceso peatonal a la costa.
Mientras el volumen este concentra la actividad cultural y formativa, el lado oeste consagra al arte las dos últimas alturas, reservando la planta baja a la restauración y la acogida del visitante. La intervención escultórica Desde lo subterráneo, de Cristina Iglesias, da la bienvenida al Centro Botín y a las dos muestras elegidas para inaugurar su ciclo expositivo.
La primera, una selección de dibujos de Goya es el fruto de un proyecto de investigación iniciado en 2006. Con la colaboración del Museo del Prado, Ligereza y atrevimiento aborda a importancia del dibujo en la obra del maestro, además de definir la esencia de su arte y su particular visión sobre el género humano.
Y es el título de la primera y más ambiciosa exposición monográfica de Carsten Höller. Alemán de origen belga, famoso por sus toboganes e instalaciones lúdicas interactivas, es el primer artista que expone en el Centro Botín. Höller presenta una selección de catorce obras, entre las que se encuentran Y (2003) o Elevator Bed (2010), y propone dos itinerarios alternativos —de ahí el título— para su recorrido.
En función de la elección, el visitante experimentará diferentes emociones y vivencias personales. La exposición incluye su obra Twins (Gemelas), una expresión más de ese concepto de duplicidad tan característico de su trabajo y del doble recorrido de la muestra.
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