Art The Moment

A la sombra de Rivera

Diego Rivera,uno de los personajes mexicanos más apasionantes del siglo XX, Controvertido, provocador, exuberante e inconfundible...

Controvertido, provocador, exuberante e inconfundible, Diego Rivera —el pintor de Guanajuato—  es sin duda uno de los personajes mexicanos más apasionantes del siglo XX. Objeto de admiración y desdén, tan amado como odiado ha pasado a la historia como el icono del movimiento muralista mexicano.

Sin embargo, su activismo político y la pintura desbordante de los grandes murales que lo convirtieron en mito han eclipsado bellísimas piezas imprescindibles para descubrir la personalidad, el proceso creativo y la trayectoria pictórica de un artista único y extraordinario. Hoy encontramos en Burgos la sombra escondida tras sus murales entre girasoles y barrancas, desnudos y retratos, paisajes y costumbres mejicanas. Una cita ineludible con la sensibilidad, el exotismo y el color del genio mexicano.

Diego Rivera amaba profundamente el arte precolombino —de hecho fue uno de los primeros coleccionistas—. Las formas sencillas, el vivo colorido y la representación de la figura humana son características que subyacen en casi toda su obra. Durante "sus años europeos" se empapó de costumbrismo, cubismo y otras corrientes modernas que fue combinando con la tradición mejicana hasta crear ese estilo suyo tan particular. “Me encontraba en el centro del mundo plástico, donde existían colores y formas en absoluta pureza. En todo veía una obra maestra potencial […] en cualquier rostro luminoso, en cualquier niño radiante”. Así describe el pintor el nacimiento de su expresión artística.

Diego Rivera. Arte y Revolución es el titulo de la exposición que acoge La Casa del Cordón hasta el próximo 8 de enero. Se trata de un recorrido por la vida y la experiencia artística del pintor más importante del México contemporáneo, un itinerario de 37 obras que abarcan todas las épocas creativas de Rivera: desde su etapa de aprendizaje en México hasta el último viaje a la URSS en 1955, pasando por la fascinación que siente por los cubistas, con los que entra en contacto al viajar a Europa en 1906. Se apoya en varios elementos imprescindibles para conocer la vida y obra de Diego Rivera: los grandes murales —algunos evocados en la Casa del Cordón para esta exposición—, textos, palabras e imágenes del artista, además de proyecciones documentales que recogen varios aspectos de su quehacer. Esta muestra biográfica de Diego Rivera se completa con un catálogo editado y producido en exclusiva por Caja de Burgos y ofrece, demás, audioguías en soporte multimedia adaptado para personas con discapacidad auditiva.

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