Un castillo condenado a no tener rey, un nuevo planeta futurista conquistado, un gran palacio propio de los Wodeyar… y, de repente, cadillacs y cowgirls sacadas del mismísimo condado de Dallas para dar cita, una vez más, al espectáculo del propio kaiser. ¿Alguien podría esperar algo más?
El mismo que una vez más sorprendió con Métiers d’Arts a los asistentes con su particular manera de rendir homenaje a la siempre inspiradora Coco, adoptando el carácter de la diseñadora a través de diversos momentos de su propia vida con un twist de innovación, genialidad y, por supuesto, extravagancia. Es así como América rinde homenaje a una de las grandes revolucionarias en el mundo de la moda con una temática 100% auténtica.
Pero si hay alguna pieza que realmente una a Paris-Dallas con Gabrielle es el sombrero, el mismo que, como hobby en los inicios, acabó suponiendo, de manos de Madame Barlet, su primera clienta, un apoyo indispensable para Chanel y para su visión masculina y sencilla. Su capacidad de convertir en obras de arte simples sombreros se ha mantenido en el tiempo con artesanos que, en esta ocasión, han conseguido transformar el complemento esencial del cowboy en algo elegante, minucioso y exquisito.
Un trabajo artesanal que hizo homenaje una vez más al evento, con Maison Michel como creador de los sombreros de alta costura más buscados en el mundo, los bordados de Lesage convertidos en auténticas joyas de coleccionistas y las plumas y camelias de Chanel fabricadas por Lemarié.
Tres de las mejores casas del mundo que rinden su trabajo y profesionalidad ante la mismísima Coco y su apuesta por una moda de calidad que entiende la importancia de la personalidad y el cuidado de las pequeñas cosas. Algo que puede vivirse incluso en una ciudad rodeada de perritos calientes y rodeos… Bienvenidos a Dallas.
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