Antorchas con forma de agujas doradas se adentran en la noche de un reloj troquelado y lacado en negro. Un anillo de oro macizo protege su interior. La esfera inferior dorada espera ansiosa que comience el espectáculo. El excitante placer de jugar con fuego sólo depende de lo rápido que gire la turbina del modelo Turbine Playing with fire de Perrelet. Basta con agitar la muñeca –la velocidad es cosa tuya– para que se produzca el hechizo. Una explosión de color y fuegos artificiales destellará entre las palas de titanio, una fusión de oro, negro y elegantes tonos dorados, una fascinante perspectiva de luces brillantes.
La historia de Perrelet se remonta a 1777, año en que Abraham-Louis Perrelet pone a punto un sistema que revolucionaría para siempre el arte de la relojería; el célebre “movimiento perpetuo” que plasmó, tres años después, en el primer podómetro automático de la historia. Gracias a un complejo sistema de rotores, el maestro relojero suizo consiguió automatizar el remonte que impulsa los movimientos del reloj evitando así la tediosa tarea de darle cuerda. Han transcurrido más de dos siglos, más de doscientos años de investigación, estudio y perfeccionamiento desde aquel ya lejano remonte automático, traduciéndose hoy en los exclusivos diseños que hacen de Perrelet una de las marcas más deseadas del mundo.
En 2009, el Doble Rotor Perrelet se reinterpreta evocando la estética aeronáutica con un nuevo modelo cuyo rotor superior y permanentemente visible en la esfera es remplazado por una gran rueda de doce palas semejante a las turbinas un avión; así nace la colección Turbine, atrevida, dinámica, sorprendente. Tan fascinante que estaba predestinada a reinventarse día a día con ediciones especiales que nos trasladan a mundos imaginarios llenos de fantasía y juegos de color, como los espejismos dorados que desprende la turbina del modelo Playing with Fire.