La historia de este reloj es la de un objeto que nace de la naturaleza; se trata en realidad de una idea que se cruzó por la cabeza de Maximilian Büsser cuando en una tarde cualquiera de playa vio una medusa en el agua; la forma de la medusa y su modo de moverse impulsándose con sus tentáculos hizo pensar a Büsser que esa medusa bien podría ser un reloj... o que bien podría él diseñar un reloj como esa medusa. Así nace, como concepto, el HM7 Aquapod, como objeto tardaría años en ser una realidad por la inmensa complejidad que encierra.
El reloj HM7 Aquapod no es un un reloj submarino pero sí sumergible y rompen en su diseño con la tendenciaque se impone en relojería hacia los relojes cuyo espesor es mínimo, este modelo toma como referencia los relojes de caja abombada del S.XVIII y es que los elementos del motor que da vida y tiempo al HM7 Aquapod están colocados en vertical en lugar de en horizontal como es habitual en los relojes ultraplanos.
La HM7 Aquapod se presenta en dos versiones a cada cual más sugerentes y ambas brillantes en la oscuridad como si de una medusa, o dos, se tratara: la versión azul cuenta con 33 piezas de titanio de grado 5 y bisel azul, y la versión dorada cuenta a su vez con 66 piezas de oro rojo de 18 k 5N+ y bisel negro.
Si nos metemos dentro de un HM7 Aquapod, descubriremos el rotor, el barrilete, los indicadores de las horas y los minutos y el tourbillon volante montados por ese orden, de abajo arriba, concéntricamente y sobre un eje central; en cuanto a la caja, está formada por dos placas de cristal de zafiro sobre una base metálica y cuenta además con un bisel cerámico ubicado ya fuera de la caja en sí; la correa es de caucho apto para uso aeronáutico y responde a la funcionalidad que, más allá de su diseño sorprendente y espectacular, quiere representar el HM7 Aquapod.
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5
-
6
-
7
-
8
-
9
-
10
-
11
-
12
-
13
