En el 2017 ya vimos el Torpilleur Military, pero parecía que se trataba de un caso aislado de inspiración vintage. Ahora con el anuncio de las nuevas variantes, los Torpilleur se convierten en toda una sub-colección con carácter propio.
Se puede afirmar que los Marine Torpilleur son una variante estética de los Marine Chronometer, uno de los grandes iconos de Ulysse Nardin. Equipan el mismo calibre de carga automática UN-118 y por tanto también comparten las indicaciones y la ubicación de estas en la esfera. También comparten los característicos índices en forma de números romanos.
A pesar de todas estas coincidencias, la impresión estética que transmiten es totalmente distinta. Lo primero que se percibe al observarlos es que los números romanos del Torpilleur son mucho más estilizados que los del Chronometer, al tiempo que se prescinde del índice perimetral “tipo ferrocarril”, dejando tan solo unos finos índices de minutos. Solo con este par de detalles la sensación de nitidez y la elegancia que transmite se ven incrementadas notablemente. Estas dos cualidades también se acentúan por el nuevo diseño del indicador de reserva de marcha situado a las 12 y del característico gran segundero ubicado simétricamente a las 6. Como resultado, la esfera del Torpilleur transmite una imagen general más clásica, nítida y elegante.
En la misma línea, encontramos dos diferencias transcendentales en la caja del nuevo Torpilleur. La primera es la ausencia de los protectores de corona del Chronometer, lo que le resta carácter deportivo, confiriéndole un aspecto más clásico. Pero, la diferencia externa más significativa entre el Chronometer y el Torpilleur es el método de sujeción de la correa a la caja. Mientras en el primero se opta por la solución de una sola pieza con acabado recto, el segundo retoma el más convencional sistema de doble asa. La diferencia que transmite visualmente este cambio es enorme; un aire contemporáneo en el Chronometer y una sensación clásica en el Torpilleur. Como colofón en este paso del vanguardismo al clasicismo, el Torpilleur prescinde de la característica correa de caucho con inserciones metálicas del Chronometer y ofrece en su lugar una correa de piel de aligator o un brazalete metálico.
La última gran diferencia la encontramos en el tamaño de la caja. Mientras el Marine Chronometer se ofrece en dos variantes de 45 y 43 milímetros, el Torpilleur opta por un diámetro más comedido de 42 mm. Nuevamente un decidido vuelco hacia el clasicismo, la elegancia y la discreción.
No hay aspectos cualitativos que diferencien el Chronometer del Torpilleur, por lo que todo se reduce a una cuestión puramente estética, y por tanto subjetiva. Quién prefiera un reloj de aspecto deportivo y con un cierto aire diferencial, optará por el Marine Chronometer. Quien privilegie la elegancia y la discreción se decantará por el Marine Torpilleur. Las persones que busquen su único gran reloj de uso diario también optarán por este modelo, ya que su variante con brazalete metálico le iguala en versatilidad al Chronometer y siempre resultará más elegante en ocasiones formales.
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