Steve Rabat, más conocido como Tito Rabat, es el gran fichaje como embajador de la firma de relojes suizos Tissot, involucrada en el cronometraje en los circuitos de motos desde hace 10 años. El nombre del piloto catalán de 26 años se une al de importantes figuras como Nicky Hayden, Stefan Bradl, Bradley Smith y Thomas Lütthi.
Aunque cansado y un poco triste por el resultado en Montmeló donde se le escapó el triunfo en la última vuelta, Tito Rabat no podía ocultar su alegría por integrarse en Tissot. “Estoy muy orgulloso, satisfecho y contento –nos decía- de que una marca como Tissot se involucre en mi carrera y me permita formar parte de esta gran familia que lleva tantos años como cronometrador”.
El presidente de Tissot, François Thiébaud, dio la bienvenida a su nuevo embajador del que destacó: “Su pasión y ánimo constante por superarse encaja perfectamente en el espíritu de la marca. Nuestro compromiso con el mundo de Moto GP, además de cronometrador oficial del campeonato se basa en el apoyo de nuevos talentos”.
El piloto fue presentado en Barcelona en el edificio que será la nueva sede de la joyería Rabat, propiedad de su familia, junto a la Pedrera. El acuerdo entre Tito Rabat y Tissot se acaba de formalizar. En unos meses, la firma suiza presentará el reloj, de la familia T-Race, que llevará los colores del actual campeón del Mundo de Moto2.
Talento no le falta a este piloto que se ha hecho así mismo. “Cuando comencé no sabía cómo entrenar porque no había tenido ningún modelo a seguir, pero poco a poco he ido aprendiendo a entrenar mejor, a hacer las cosas mejor y he llegado a ganar”. Tito Rabat es sencillo, trabajador y apasionado por las carreras.
Pasión no le falta, pero tampoco racionalidad. “Soy bastante racional, pero hay momentos que soy demasiado pasional. En Montmeló fui demasiado pasional y cometí un error. Hay que tener un poco de ambas porque si solo eres racional es muy difícil que ganes y si solo eres pasional es muy fácil caerte”.
Dicen de él que es disciplinado, pero él asegura que no lo es tanto. Su sueño era ser un ganador, quería llegar muy alto y lo ha conseguido, pero quiere llegar todavía más lejos. “Sería mi ilusión correr en Moto GP, es mi sueño, pero no a cualquier precio. Quiero hacerlo con una buena moto, un buen equipo y un buen entorno”. Aún no está nada claro que el 2016 sea su desembarco en Moto GP.
Tito Rabat entrena en el circuito de Almería, confiesa que su preferido del mundial es el de Silverstone (Inglaterra) pero en casa, en el Circuito de Barcelona, las vibraciones y las sensaciones son distintas. “Sientes que todo el mundo te anima”.
Aunque ha alcanzado el éxito y está muy satisfecho de su trabajo, Tito Rabat dice tener siempre los pies en la tierra. “Me gusta mantener la calma y estar centrado” y un triunfo es el impulso para seguir trabajando y esforzarse más para seguir ganando.