Durante los años 70 el mundo de la Fórmula 1 ya desprendía todo el prestigio que le rodea a día de hoy. Coches increíbles, deseados pilotos, lujo fuera y dentro de la pista y una estética muy cuidada eran sus principales reclamos. Pero, más allá de los logros, detrás de cada nombre existía una historia personal y fue en esa década cuando dos pilotos dejaron su huella destacando por encima de los demás. Hablamos como no de Niki Lauda y de James Hunt,
Ambos se convirtieron en iconos a pesar de entender la competición de maneras diferentes. Su gran rivalidad traspasaba los circuitos pero a su vez compartían respeto, pasión por la velocidad y también la marca del reloj que, como no podía ser de otra manera, era TAG Heuer.
La firma relojera suiza siempre ha estado estrechamente ligada al mundo del automovilismo. Desde los años 70 cada piloto de Ferrari llevaba un cronógrafo Heuer con su nombre y grupo sanguíneo grabados en la caja además de lucir su elegante logotipo en el casco, el mono y el coche.
El director Ron Howard ha querido retratar la esencia de este deporte en Rush, su última película, y para ello ha contado con la colaboración de TAG Heuer. La firma ha aprovechado el estreno en la gran pantalla para relanzar los relojes que lucen los dos protagonistas.
En la muñeca de Niki Lauda aparece el legendario Heuer Silverstone en azul y James Hunt luce un Heuer Carrera que este año celebra su 50 aniversario y debe su nombre a la Carrera Panamericana de rally de México, dos clásicos eternos solo aptos para ganadores.