El tartán (del francés tiretain), esa pieza de tela cuyo color formado por lineas horizontales y verticales de distintos colores y grosores distintivo de los clanes escoceses. Y el tartán de Burberry.
El más reproducido de todos los tartanes porque también es el más imitado, copiado, falseado. Pero eso es otra historia. La verdad es que la casa cuya creatividad depende hoy del polifacético Christopher Bailey ya juega ella solita a reintepretar el estampado de su tartán desarrollando su identidad una y un millón de veces hasta el infinito en todo tipo de tejidos y complementos. Por ejemplo, en estos sencillos relojes de fabricación suiza (auténticos de la casa, si) que reinterpretando al clásico son discreta y evidentemente Burberry y lucen en la esfera bajo sus tres agujas y la ventana de la fecha un leve relieve que evoca el cruce de las líneas de esta tela. Evidentemente al tartán no le afecta ni lo más mínimo el paso del tiempo. Je.
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