En plena crisis del cuarzo, o lo que sería más propio llamar la crisis de los relojes mecánicos, pues son éstos los que experimentan un gran retroceso en detrimento del cuarzo, Hayek lanza el económico reloj de cuarzo Swatch. Compuesto únicamente por 51 piezas y fabricado por robots, su diseño pop se convierte en un objeto de culto durante décadas. Y es que mientras la mayoría de los exclusivos relojes mecánicos están fabricados a mano por expertos relojeros, el SISTEM51 se fabrica en una cadena de montaje automatizada por lo que se convierte en un reloj automático al alcance de todos.
Cuarenta y cinco años después, la firma presenta el Swatch SISTEM51, un concepto que revolucionará la mecánica. Hoy se da un paso más allá con el lanzamiento del SISTEM51 IRONY en acero. La configuración es la misma – es decir, que cuenta con el mismo único tornillo central, la reserva de energía de 90 horas, 17 patentes pendientes además de los ya mencionados exiguos 51 componentes- cambiando solo su aspecto y su tacto, que son más evolucionados.
Los nuevos modelos, con caja de acero inoxidable 316L y engalanado con las mejores técnicas de acabado de esfera, resultan elegantes por su parte delantera y misteriosos cuando se le da la vuelta, ya que su fondo abre una ventana secreta e íntima a aquellos que lo llevan puesto, para que puedan observar el tornillo central, el disco automático, la rueda de equilibrio oscilante y el resto de los 51 componentes de este reloj sin pila y con cuerda automática.
Son siete los modelos que cambian las correas de silicona por correas de caucho, los índices impresos por índices con Superluminova y las correas acolchadas de cuero por brazaletes de metal. Metal a raudales y a un precio impensable para un reloj mecánico: entre 175 y 210 euros!
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