Nacidos para ganar, Chopard nos presenta los últimos relojes de la serie Classic Racing, inspirados en carreras automovilísticas internacionales. Los tres modelos Superfast: Automatic, Chrono y Power Control, son, por fin, hijos absolutos de Chopard. Desde hace unos años, el vicepresidente Karl-Friedrich Scheufele se ha esforzado para conseguir que la empresa fuera independiente, a salvo de tormentas ajenas. Por fin, la serie Superfast se ha diseñado y fabricado en Fleuriers Ebauches, íntegramente.
Como es habitual en las otras propuestas de la serie, el diseño está repleto de referencias a las carreras. Esta vez, la correa de caucho natural está inspirada en el perfil del neumático slick. Se ha superpuesto un volante de caucho negro en la corona de oro rosado, el acabado de la cara posterior de la caja, deja ver el mecanismo pero todos los puentes han sido trabajados formando una serie de delicadas líneas paralelas, de manera que aparece parcialemnte cubierto por una rejilla que imita la rejilla de las calandras del radiador de los antigus coches de carreras. Incluso los tornillos que se encuentran insertados en el bisel y que se han inspirado en los de las llantas, son detalles que recuerdan al mundo de las competiciones automovilísticas.
El resultado son relojes viriles, potentes y elegantes, de una calidad insuperable. Los materiales lo aseguran: oro rosado de 18 kilates, 45 rubíes en la maquinaria y la precisión suiza que abanderan la casa desde su fundación. Así lo atestigua el certificado COSC del cronómetro y la experiencia de los 150 maestros de diversos oficios que trabajan para ofrecer la perfección, el movimiento perfecto y el diseño único y tan personal.
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