Hablar de relojería suiza es hacerlo del tiempo mejor medido, de precisión, solvencia, calidad y encanto. Si además se habla de Alpina el asunto de la solvencia y la precisión suma enteros e importancia porque esta antigua firma helvética era, hace más de un siglo atrás, proveedor de relojes militares. Ningún buen estratega hubiera perdonado el despiste de un segundo, mucho menos de un minuto.
De los relojes militares Alpina derivó en otros y, entre ellos, una colección de aire vintage que nos encanta: Startimer, relojes de aviador antiguo, una colección para los Wright o los Santos Dumont del momento, para aventureros, detallistas y exigentes con su vuelo y su tiempo.
El último modelo de esta colección tiene un nombre no menos evocador que la colección completa, es el Sunstar, la nueva y luminosa estrella de noche y día de los Startimer: caja de acero inoxidable de 44 mm, acabado satinado y tratamiento antirreflectante; cristal de zafiro también esquivo a los reflejos y esfera en rayos de sol gris; y luego los pequeños y significantes detalles que Alpina no deja jamás al azar: el mítico triángulo rojo que identifica a la firma en el segundero central o números luminosos y de gran tamaño. La parte de atrás, ajena a otros ojos más allá de los tuyos cuando te quitas y pones tu Sunstar, luce caja transparente, para que veas el movimiento de tu tiempo.
Los antiguos aviadores, en lo que tenían de aventureros y valientes además de innovadores, evocan la seducción más íntima, la que empieza en la admiración y el deleite... o en el reloj que luce una evocación semejante, como este Alpina Startimer Sunstar ¿te atreves a probarlo?