Aunque el tiempo es efímero, a veces nos da la impresión que ha bebido el elixir de la eterna juventud porque se queda atrapado en unos relojes que nacen para vivir eternamente. No pasan de moda porque su arquitectura es clásica y rinden tributo a al minimalismo. Su elegancia es atemporal, ajena al vaivén de las modas efímeras. Pueden pasar de generación en generación con su aire de juventud imperturbable.
Son los relojes perfectos para un gentleman. Son cómplices en las grandes ocasiones y también el regalo que nunca defrauda. Se guardan como un tesoro y se lucen con gran orgullo.
Los relojes que hacen gala de una estética clásica se acurrucan bajo la camisa masculina, pero se asoman tras un suave movimiento, sin lucha previa porque su caja es delgada y no choca jamás con la ropa. En sus esferas no hay ningún elemento que distraiga. Nada que perturbe su tic-tac pausado porque sólo encontramos las indicaciones indispensables para disfrutar de los momentos más importantes.
Presentamos algunas propuestas que son todo un acierto para brillar en las noches más mágicas del año o para sorprender con un regalo que será una grata sorpresa. Nuestras sugerencias más clásicas vienen de la mano de Omega, Longines, Rado, A.Lange & Söhne, Chopard y Vacheron Constantin.
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